"Esta ciudad, otrora orgullosa y próspera, no puede pagar sus deudas", dijo hoy el juez federal Steven Rhodes.
Un juez del Estado de Michigan dictaminó hoy que la ciudad de Detroit puede acogerse a la ley de bancarrota para declarar la mayor quiebra municipal de la historia de Estados Unidos.
Los sindicatos de empleados públicos y grupos de jubilados habían objetado la bancarrota con el argumento de que la ciudad no negoció de buena fe sobre los cortes propuestos en los planes de jubilación.
El siguiente paso es que las autoridades municipales de Detroit presenten un plan para librarse de los 18.000 millones de dólares de pasivos en su balance.
El fallo del juez federal Steven Rhodes abre la senda para la reestructuración de la deuda municipal de la ciudad que en su día fue símbolo de la industria estadounidense del automóvil.
"Esta ciudad, otrora orgullosa y próspera, no puede pagar sus deudas", dijo hoy el juez Rhodes.
"Es insolvente. Y es elegible para la bancarrota. Ésta es, también, una oportunidad para empezar de nuevo", agregó.
El juez, en un fallo que sienta un precedente, sostuvo que las pensiones de los empleados públicos son de naturaleza contractual bajo la ley del Estado de Michigan, pero no se aplican a un trámite de bancarrota ante un tribunal federal.
Aunque la Constitución de Michigan no permite los cortes en los planes de pensión, Rhodes sostuvo que pueden ser recortados en una bancarrota.
Los sindicatos y grupos de jubilados pueden apelar esta decisión.
La meta, según el interventor de la ciudad Kevin Orr, es que Detroit emerja en el curso del próximo año de la protección de la corte con un plan para recuperar la salud financiera.
EFE
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