Fiscalía adelantó que en febrero pedirá que se abra proceso a un grupo de civiles y militares responsables de la fallida alerta de tsunami del 27 de febrero de 2010.
La fiscalía chilena solicitará en febrero próximo la formalización (proceso) de un grupo de civiles y militares por su responsabilidad en la fallida alerta del tsunami del 27 de febrero del 2010, tras un terremoto que dejó 524 muertos, 800 mil damnificados y 30 mil millones de dólares en pérdidas.
La información fue confirmada este martes a los periodistas por la fiscal Solange Huerta a cargo de las investigaciones, quién, sin embargo, no entregó los nombres de los imputados.
Aseguró que la Fiscalía ha llegado a la conclusión "de que efectivamente hay responsabilidades que determinan un delito que podría ser compartido".
"Esa es la convicción nuestra a través de la investigación", aseguró Huerta, quién agregó que le encantaría "tener todo el tiempo para dedicarse a la investigación".
La fiscal agregó además que se ha definido un núcleo de personas que serán procesadas "y solicitaremos la audiencia en el mes de febrero, muy probablemente a finales tras concluir los estudios de los fiscales y el informe final de la Policía de Investigaciones".
En el caso, se ha tomado declaración en calidad de imputados a los exministros Edmundo Pérez Yoma, Francisco Vidal, al exsubsecretario Patricio Rosende y a la exdirectora de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Carmen Fernández, y a personal del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada, como su director el coronel Mariano Rojas y al oficial a cargo de la unidad, el teniente Jorge Andina.
Fernández dijo en sus declaraciones haber escuchado por radio, fuerte y claro, la frase "se repite, se repite, descartada posibilidad de tsunami".
"A lo menos, tres veces el operador del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada dijo no hay probabilidad de tsunami", enfatizó la exdirectora de la Onemi.
El terremoto del 27 de febrero del 2010, de 8,8 grados en la escala abierta de Richter, que se sintió a las 03.34 hora local (06.34 GMT) estremeció a Chile durante casi tres minutos.
El sismo, que liberó una energía equivalente a 100.000 bombas de Hiroshima y está considerado el quinto más grande de la historia, dejó 524 muertos, 25 desaparecidos y 800.000 damnificados.
EFE
Comparte esta noticia