Kerry dejó claro que EEUU no está hablando de ir a la guerra con el envío de tropas, sino de efectuar una acción limitada para que el presidente sirio, Bachar al Asad, "rinda cuentas" por el uso de armas químicas.
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, dijo hoy que su país no "quiere ir a la guerra" en Siria y que una intervención sería "limitada" y "muy corta", pero puntualizó que el fin de la crisis requiere una "solución política".
En una rueda de prensa en Londres tras reunirse con el ministro británico de Exteriores, William Hague, Kerry dejó claro que EEUU no está hablando de ir a la guerra con el envío de tropas, sino de efectuar una acción limitada para que el presidente sirio, Bachar al Asad, "rinda cuentas" por el uso de armas químicas.
Kerry puntualizó que la medida está basada en "pruebas" y que el riesgo de no hacer nada es mayor que el riesgo de actuar.
El secretario de Estado insistió en que él y el presidente de EEUU, Barack Obama, están "totalmente de acuerdo" en que el fin del conflicto civil en Siria "requiere una solución política".
"Una resolución no se encuentra en el campo de batalla, sino en una mesa de negociaciones, pero tenemos que llegar a esa mesa", insistió el jefe de la diplomacia estadounidense.
Kerry calificó la situación humanitaria que vive Siria de "catastrófica" y de "enormes proporciones", por lo que consideró que debe haber una respuesta internacional para impedir que las atrocidades en Siria "no vuelvan a ocurrir".
En la rueda de prensa, el ministro británico de Exteriores, William Hague, dijo que "no puede haber impunidad" ante el uso de armas químicas en el siglo XXI y que el Reino Unido trabajará a favor de la celebración de la conferencia de paz en Ginebra.
En relación con la votación en el Parlamento británico del pasado 29 de agosto, en la que los diputados rechazaron una intervención militar en Siria, Kerry dijo que la "especial relación" que disfrutan los dos países no se verá afectada por esa decisión.
Los lazos entre el Reino Unido y EEUU son "mayores que un voto o un momento en la historia", agregó el secretario de Estado, que dijo entender que el legado de la guerra de Irak (2003) ha inquietado a los diputados británicos sobre una eventual intervención en Siria.
También defendió la posición de EEUU al afirmar que las pruebas sobre el uso de armas químicas por parte de Asad son "convincentes" y que la acción militar que estudia su país es muy distinta a la guerra de Irak de hace diez años.
"No estamos hablando de guerra. No vamos a ir a la guerra", dijo Kerry.
En su opinión, si no hay una intervención en Siria, el régimen de Bachar al Asad puede volver a utilizar armas químicas.
También acusó al presidente sirio de haber matado a más de mil personas en un ataque con gas sarín el pasado 21 de agosto en Damasco.
La reunión de Kerry con Hague formó parte de una gira europea para recabar apoyo a una posible intervención en Siria.
EFE
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