Las necesidades de financiación del país heleno se elevarían a 15.000 millones de euros para cerrar el agujero fiscal hasta 2014.
Los ministros de la eurozona, el BCE y el FMI continúan negociando este martes los términos del rescate a Grecia en una reunión en la que persisten las diferencias entre las partes sobre cómo y hasta cuándo financiar el agujero fiscal del país.
El Eurogrupo lleva reunido ya casi seis horas junto con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, sin que hayan trascendido detalles de las negociaciones.
De acuerdo con fuentes diplomáticas, los ministros aprovecharon un receso para mantener reuniones bilaterales para después reanudar la sesión plenaria.
Otras fuentes auguraron una larga noche de negociaciones, debido a las diferencias que aún existen entre la eurozona y el FMI, principalmente sobre el periodo de financiación y las maneras de cerrar el agujero fiscal de Grecia sin tener que recurrir a una quita de la deuda de acreedores públicos.
En el borrador del informe elaborado por la troika la semana pasada se apuntó que Grecia necesitaría una ayuda adicional de 32.600 millones de euros hasta 2016, si recibe una extensión de dos años para acometer los ajustes exigidos.
Financiación
Las necesidades de financiación de Grecia se elevarían así a 15.000 millones de euros para cerrar el agujero fiscal hasta 2014 y a 17.600 millones de euros en 2015 y 2016, si se tiene en cuenta la prolongación de dos años para acometer los ajustes.
No obstante, el documento también señala que Atenas debería acometer recortes adicionales por 4.000 millones de euros entre 2015 y 2016.
Ante el rechazo general de los países a una eventual quita de la deuda griega que tienen acreedores públicos, los ministros intentan cuadrar las cifras mediante una combinación de medidas.
Entre otras, se estudia desde una nueva reducción de los intereses que la eurozona cobra a Grecia por préstamos bilaterales, a una recompra de deuda por parte de Atenas, algo que los expertos consideran complicado.
En febrero pasado, la eurozona redujo de manera retroactiva los intereses que cobra a Grecia por préstamos bilaterales desde 2010.
El margen se situó entonces en 150 puntos básicos frente a los 200 previstos para los primeros tres años y los 300 posteriores.
También se contempla un alargamiento de los vencimientos y que el BCE renuncie a los beneficios obtenidos sobre los bonos griegos que acumula por valor 55.000 millones de euros (que se estiman en hasta 15.000 millones) y los pase a los bancos centrales nacionales, para que luego los gobiernos se los transfieran a Grecia.
EFE
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