Al menos "150 millones de pobres en las Américas, y cerca de 1.000 millones en el mundo, no tienen acceso a una atención de salud de calidad", según la Organización Panamericana de la Salud.
La "exclusión social de la salud" en el continente americano está llevando a la pobreza a personas de clase media, y a la extrema pobreza a muchos pobres, que se tienen que endeudarse para satisfacer un derecho que muchos gobiernos no garantizan, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
A pesar de que para muchos acudir a un hospital cuando están enfermos es algo "normal", "una gran parte de la población mundial y de la población de las Américas todavía no tiene esa oportunidad, especialmente la más pobre", dijo José Ruales, representante de OPS en El Salvador.
Al menos "150 millones de pobres en las Américas, (y) cerca de 1.000 millones en el mundo, no tienen acceso a una atención de salud de calidad", enfatizó.
Esas personas "posiblemente no tienen ningún tipo de atención de salud, cuando necesitan una consulta, cuando necesitan atención médica", añadió Ruales durante una reunión con corresponsales de prensa internacional esta semana en San Salvador.
Pese a algunos avances en la región, esta situación evidencia que en América y el mundo aún "hay una exclusión social de la salud para una gran parte de personas", destacó.
Ruales enfatizó que este problema se da a pesar de que la mayoría de los países "han establecido el derecho a la salud como un elemento, como un principio básico, de sus constituciones", pues en la realidad la salud "no se está desarrollado como un bien público".
"La salud todavía no constituye un derecho garantizado y eso hace que una buena parte de la población tenga prácticamente que vender parte de sus bienes, sacrificar algunos servicios" primordiales, como educación y alimentación, "para poder pagar" por los servicios de salud, añadió.
Incluso en algunos casos, la gente tiene que "endeudarse muchas veces para poder pagar los servicios de salud, especialmente cuando sucede lo que llamamos una enfermedad catastrófica, cuando requiere un cirugía, un tratamiento para una enfermedad crónica" como el cáncer, precisó.
Esto "lleva a la pobreza a las familias de la clase media e incluso a los pobres a la extrema pobreza", destacó Ruales.
El representante de la OPS subrayó que, en consecuencia, "la necesidad de utilizar los servicios de salud pagando por ellos puede llevar y está llevando a una buena parte de la población a la pobreza".
En El Salvador, por ejemplo, pese a las mejoras alcanzadas con la reforma de salud impulsada durante el Gobierno anterior (2009-2014), persisten las quejas por falta de medicamentos y el mal servicio.
DESIGUALDAD EN LOS NIVELES DE LA SALUD DE LA POBLACIÓN
La población salvadoreña sin acceso a la salud pasó de entre un 40 y un 45 % en 2002-2004, al 20 % en la última medición, de acuerdo a Ruales, que no precisó el período reciente.
Ante esta problemática, la OPS y la Organización Mundial de la Salud (OMS) están promoviendo una estrategia a nivel global de acceso y cobertura universal de la salud "como uno de los nuevos elementos del desarrollo sostenible a nivel mundial", indicó Ruales.
Esta propuesta persigue que el acceso universal a la salud esté presente en la agenda post 2015, año en el cual concluye la meta estipulada para los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
De acuerdo a Ruales es necesario y urgente un sistema de salud con acceso y cobertura universal porque "el 29% (de la población) vive bajo el umbral de pobreza en las Américas".
Además, "el 40 % de la población más pobre recibe menos del 15 % del ingreso", lo cual refleja "una gran desigualdad económica y esto también genera una gran desigualdad en los niveles de la salud de la población", señaló.
También, entre "el 20 % a 25 % (de la población) en América Latina y el Caribe no tienen acceso regular y oportuno a los servicios de salud", enfatizó.
El experto destacó que el derecho a la salud "no es el derecho a la atención de los enfermos", sino "a mantener a la gente sana, a no enfermarse, no morir de una enfermedad que puede ser tratada", como las muertes maternas y las infantiles por enfermedades infecciosas.
Por lo tanto, los países de la región necesitan aumentar su inversión para evitar que los bolsillos de muchos ciudadanos se sigan viendo afectados al tratar de solventar sus problemas de salud.
"A nivel global (...) ningún país ha logrado una cobertura universal, un adecuado nivel de salud, con menos de 6 % del gasto del PIB (producto interior bruto) en salud; eso significa que hay que aumentar el gasto, pero también mejorar la eficiencia de ese gasto", enfatizó Ruales.
EFE
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