La historia del país de América del Norte ha sido marcada por un gran número de guerras en las que se ha visto envuelto.
El inicio de Estados Unidos fue gracias a una guerra revolucionaria contra el Imperio Británico, en la cual las trece colonias asentadas en Norteamérica lograron que se reconozca la independencia de la recién nacida nación.
Tras ello, algunos conflictos transcurrieron para asegurar la estabilidad de los Estados Unidos como la Guerra de 1812, así como otras que tuvieron el claro fin de expandir su territorio, como la que se libró contra México, que se llevó el 51% del que era entonces territorio mexicano. Pero la Guerra de Secesión fue la que dejó mayor marca en el siglo XIX, en la que la nación se vio dividida en la Unión y los Estados Confederados que buscaban su independencia. El poder de Estados Unidos creció tras derrotar a España y quitarle Guam, Filipinas y Puerto Rico.
Sin embargo, la intervención de Estados Unidos en las dos guerras mundiales son tal vez las más recordadas y celebradas. El siglo XX vería la Guerra Fría, que incluyó el conflicto en Corea y la discutida derrota en Vietnam.
Tras la Guerra Fría, Estados Unidos se consolidó como la mayor potencia a nivel global, y por ello también un árbitro casi omnipresente. El siglo XXI vio invasiones como la de Afganistán e Iraq, ambas bajo la "Guerra contra el terror".
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