A veces pensamos que nuestro niño o niña no le gusta la leche, pero no reparamos que este puede sufrir de lo que se conoce como Insuficiencia a la lactosa. Aprendamos a reconocer cuáles son los síntomas e identificarlos para poder llevarlos a un especialista y solucionar el problema suministrando leche sin lactosa y asunto resuelto.
El nutricionista Ernesto Huapaya nos da algunos alcances para poder reconocer y sobre todo superar las malas noches con nuestros hijos y adolescentes.
La intolerancia a la lactosa se produce cuando el intestino delgado es incapaz de digerir la lactosa, que es un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y otros derivados lácteos.
La causa de este problema es que el intestino no produce suficiente cantidad de la enzima llamada lactasa. Entre las funciones de las enzimas están las de ayudar al cuerpo a absorber los alimentos. Cuando el organismo no tiene suficiente lactasa se denomina Deficiencia de Lactasa.
Dentro de las causas de su origen está que el organismo del bebé produce lactasa para poder digerir la leche, incluida la leche materna.
Los bebés prematuros a veces tienen intolerancia a la lactosa. Los niños nacidos a término generalmente no muestran signos de esta intolerancia hasta que tienen al menos tres años de edad.
Los casos también se dan en los más jovenes y hasta mayores cuando no saben que tienen este problema.
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