La organización ya se enfrentó a problemas en ese país en 2012, cuando el Ministerio de Interior paquistaní expulsó a seis trabajadores extranjeros.
La organización no gubernamental Save the Children reabrió hoy sus oficinas en Pakistán, después de que el Gobierno del país asiático permitiese volver a operar a la ONG tras paralizar sus actividades a mediados de mes.
"Hemos reiniciado nuestras operaciones en todo el país. El Gobierno nos ha permitido reabrir nuestras oficinas, la administración de la ciudad vino hoy y retiró el sello de nuestras oficinas en Islamabad", indicó a Efe el portavoz de la ONG, Saeed Ahmed.
"Necesitamos dos o tres días para llevar a cabo ajustes logísticos y volver a estar totalmente operativos", añadió el cooperante.
El Gobierno paquistaní clausuró las oficinas de Save the Children el 11 de junio y ordenó que su personal extranjero abandonase el país por realizar "actividades contra Pakistán", a pesar de que la ONG asegura que no cuenta con trabajadores foráneos en el país asiático.
Tres días más tarde el Ejecutivo anuló la orden de cierre, pero las autoridades no retiraron el precinto de las oficinas hasta hoy.
"Save the Children da la bienvenida a la decisión del Gobierno de Pakistán de reabrir las oficinas y las operaciones y por públicamente reconocer que Save the Children es una organización legal que nunca ha estado involucrada en actividades contra el Gobierno", afirmó hoy la organización en un comunicado.
La oenegé, que se encuentra en Pakistán desde hace 35 años, ya se enfrentó a problemas en ese país en 2012, cuando el Ministerio de Interior paquistaní expulsó a seis trabajadores extranjeros.
El Gobierno no dio ninguna razón entonces para la fulminante orden de expulsión, pero las actividades tanto de Save The Children como de otras organizaciones humanitarias levantaron suspicacias en el aparato de seguridad del país.
Las sospechas se agudizaron después de la falsa campaña de vacunación contra la hepatitis orquestada por la CIA para capturar a Osama Bin Laden en la provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, donde finalmente fue asesinado en mayo de 2011 por un comando de EE.UU.
Save the Children negó cualquier participación en esa campaña o cualquier vínculo con el médico paquistaní, Shakil Afridi, quien fue arrestado y condenado a 33 años de prisión por su participación en la misma.
EFE
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