El desfile que el diseñador Alexander McQueen estaba preparando antes de suicidarse hace casi dos semanas se celebrará finalmente en la Semana de la Moda de París.
El desfile que el diseñador Alexander McQueen estaba preparando antes de suicidarse hace casi dos semanas se celebrará finalmente en la Semana de la Moda de París, los próximos 9 y 10 de marzo, aunque será en un salón privado con acceso restringido, según la propia empresa.
En un principio había dudas sobre si la colección póstuma de McQueen vería la luz en la capital francesa, pero finalmente ha sido posible gracias a un acuerdo alcanzado con el grupo Gucci, que posee el 51 por ciento de las acciones de la firma de Alexander McQueen.
La estilista Sarah Burton, estrecha colaboradora del diseñador, se está encargando de ultimar los detalles del desfile.
McQueen se ahorcó en el ropero de su casa pocos días después de la muerte de su madre, a la que estaba muy unido, y su cuerpo sin vida fue encontrado por la policía el pasado 12 de febrero en la casa del diseñador en el elegante barrio londinense de Mayfair.
El diseñador, considerado por muchos el "enfant terrible" de la alta costura, siempre presentó sus colecciones en París, pese a ser británico y haberse formado en los noventa en la prestigiosa escuela de arte y diseño St.Martins de Londres, junto con Stella McCartney y John Galliano, el trío británico que renovó el estilo de las grandes casas de costura.
La Semana de la Moda de Londres que toca hoy su fin acogió un desfile en el que modelos como Kate Moss y Naomi Campbell lucieron los diseños de la última colección de McQueen, que fueron subastados en favor de las víctimas del terremoto de Haití.
La carrera de McQueen despegó en 1996, año en el que ganó el premio al Mejor Diseñador Británico y en el que fue nombrado sucesor de John Galliano al frente de la firma Givenchy, que pertenece al grupo francés LVMH, dueño además de Louis Vuitton, Dior, Loewe o Yves Saint Laurent.
Al año siguiente, en el que McQueen creó cuatro colecciones para Givenchy y dos para su propia marca, compartió el galardón al mejor diseñador británico del año con John Galliano.
En diciembre de 2000, Gucci adquirió las acciones mayoritarias de la firma Alexander McQueen, lo que permitió al diseñador desvincularse de Givenchy y de LVMH, que, según sus palabras, limitaban su creatividad.
EFE
En un principio había dudas sobre si la colección póstuma de McQueen vería la luz en la capital francesa, pero finalmente ha sido posible gracias a un acuerdo alcanzado con el grupo Gucci, que posee el 51 por ciento de las acciones de la firma de Alexander McQueen.
La estilista Sarah Burton, estrecha colaboradora del diseñador, se está encargando de ultimar los detalles del desfile.
McQueen se ahorcó en el ropero de su casa pocos días después de la muerte de su madre, a la que estaba muy unido, y su cuerpo sin vida fue encontrado por la policía el pasado 12 de febrero en la casa del diseñador en el elegante barrio londinense de Mayfair.
El diseñador, considerado por muchos el "enfant terrible" de la alta costura, siempre presentó sus colecciones en París, pese a ser británico y haberse formado en los noventa en la prestigiosa escuela de arte y diseño St.Martins de Londres, junto con Stella McCartney y John Galliano, el trío británico que renovó el estilo de las grandes casas de costura.
La Semana de la Moda de Londres que toca hoy su fin acogió un desfile en el que modelos como Kate Moss y Naomi Campbell lucieron los diseños de la última colección de McQueen, que fueron subastados en favor de las víctimas del terremoto de Haití.
La carrera de McQueen despegó en 1996, año en el que ganó el premio al Mejor Diseñador Británico y en el que fue nombrado sucesor de John Galliano al frente de la firma Givenchy, que pertenece al grupo francés LVMH, dueño además de Louis Vuitton, Dior, Loewe o Yves Saint Laurent.
Al año siguiente, en el que McQueen creó cuatro colecciones para Givenchy y dos para su propia marca, compartió el galardón al mejor diseñador británico del año con John Galliano.
En diciembre de 2000, Gucci adquirió las acciones mayoritarias de la firma Alexander McQueen, lo que permitió al diseñador desvincularse de Givenchy y de LVMH, que, según sus palabras, limitaban su creatividad.
EFE
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