La sonda Rosetta tuvo viajó durante diez años a más de 510 millones de kilómetros de la Tierra para poder depositar en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko al módulo Philae.
La sonda Rosetta estableció este lunes un segundo contacto con el módulo Philae, que este fin de semana dio señales de haber recuperado su actividad tras un letargo de casi siete meses, informó el presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) francés, Jean-Yves Le Gall.
Esta nueva señal tuvo lugar hacia las 05.30 GMT, indicó en la cadena "France 2", donde señaló que el Philae, que el pasado 12 de noviembre se posó sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, "está completamente despierto".
El módulo, según Le Gall, permite observar que ese cometa se encuentra en "plena efervescencia", con expulsiones de gas y de polvo al espacio.
Philae está a 320 millones de kilómetros de la Tierra, y aunque sus ondas tardan 17 minutos en llegar, el representante del CNES confirmó que "responde" y que va a enriquecer "nuestro conocimiento sobre los orígenes de la vida" en nuestro planeta.
En las últimas semanas, los científicos de la misión Rosetta ya habían pronosticado que el módulo podría despertar en junio, a medida que el cometa se acercase al Sol y que las baterías solares que alimentan a Philae tuvieran la oportunidad de recargarse.
EFE
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