Griselda Blanco, asesinada el lunes pasado con disparos en la cabeza era considerada una leyenda del narcotráfico en Colombia.
Griselda Blanco, conocida como la "reina de la cocaína" de Colombia, asesinada el lunes último, fue responsable de 250 muertes y era considerada una leyenda del narcotráfico en ese país.
Blanco, de 69 años, fue ultimada con disparos en la cabeza hechos por un sicario que huyó en motocicleta, cuando salía de una carnicería del barrio Belén en el sector oeste de Medellín.
Fuentes de la policía de esa ciudad indicaron que la "reina de la cocaína" estaba acompañada de una de sus nueras, embarazada, y que resultó ilesa tras el ataque del pistolero.
Las autoridades colombianas recordaron que la mujer, también llamada "la Patata" o "la Madrina", fue la pionera de las rutas de ese tráfico entre Colombia y Estados Unidos, donde purgó prisión durante dos décadas.
Las autoridades colombianas recordaron que Blanco antecedió en el envío de drogas a los grandes jefes de los carteles de Medellín y Cali como Pablo Escobar, Carlos Ledher y los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez.
Se le conoció por su idea de "exportar cocaína" a Estados Unidos y ser quien "dictó cátedra entre los sicarios de los años setenta" tras matar a varios rivales, e incluso a uno de sus maridos, "pistola en mano", según crónicas sobre su vida.
En 1985 tras su detención fue condenada en Estados Unidos por "conspiración para introducir cocaína" en ese país, a través del estado de Florida y fue deportada a Colombia en 2004.
Desde su regreso a Colombia se mantuvo en la clandestinidad después de haber sido considerada como una de las mujeres más ricas del mundo.
Con información de EFE
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