Muchas niñas empiezan a maquillarse como jugando y esto suele causar risa o ternura entre los padres y familiares cercarnos, pero ¿realmente sabemos cuánto puede ello influir en sus vidas?
El maquillaje de las niñas pasa a ser parte del juego, sin embargo cuando llegan a los nueve o diez años y empiezan a pintarse la boca y las uñas, descubrimos que ellas se dan cuenta que se ven más hermosas.
Si desde pequeñas se pintan, ¿Qué va a pasar cuando se conviertan en adolescentes?
“Los padres debemos tener mucho cuidado con la sexualización de nuestros hijos. En las niñas, es importante controlar el maquillaje, pues cuando son pequeñas esto debe ser solo un juego de casa. No debemos adelantarlas a otra edad”, dijo Lupe Maestre.
En maquillaje y las diferentes etapas de la vida:
Durante la infancia, el maquillaje se convierte en un lazo de comprensión entre la madre y la hija. Las niñas ven en su madre a un ejemplo de mujer y desean ser como ellas, por ello es importante que las madres comprendan a sus hijas cuando quieran maquillarse, llevarlo como un juego que solo debe darse en casa.
Mientras las niñas crecen y se convierten en adolescentes, el maquillaje implica otras circunstancias: La niña que se pinta es para gustarle a otros chicos y no para ser como mamá.
“Es necesario controlar el maquillaje en las niñas, si las acostumbramos y vemos este acto como algo natural, mientras vayan creciendo se maquillarán con más frecuencia y en la calle no las verán como niñas. Es exponerlas ante muchos peligros”, agregó Maestre.
Todo a su tiempo:
• Las niñas deben identificarse con sus madres, pero se les debe poner límites según la edad que tenga, debe tener claro que “la única que se maquilla en casa es la mamá”.
• Si tu niña desea maquillarse, recuérdale que es tu maquillaje y que solo se lo estás prestando para que lo utilice dentro de la casa
• De preferencia, aplícale tú misma el maquillaje más suave
• No debemos permitir que las niñas salgan a la calle maquilladas
“Las niñas que tienen buenos vínculos con sus madres aceptan los límites por amor. Si quiere jugar a pintarse, debe notar la diferencia y entender que no debe maquillarse para salir a la calle”, puntualizó Lupe Maestre.
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