"Confidencias limeñas. Charaña, espionaje y algo más", obra del exembajador Demetrio Infante, destaca las complejas relaciones peruano-chilenas, durante los gobiernos de Pinochet y Morales Bermúdez.
Un libro presentado este fin de semana en Santiago revela los momentos más difíciles en las relaciones chileno peruanas durante el siglo pasado, cuyo autor vivió en carne propia y que, de fondo, tuvo siempre el sensible recuerdo de la Guerra del Pacífico (1879-1884).
"Confidencias limeñas. Charaña, espionaje y algo más", obra del exembajador Demetrio Infante, destaca en sus páginas que mientras en Chile había una dictadura militar de corte derechista, en el Perú se llevaba a cabo una "revolución" dirigida por militares de tendencia socialista, lo que hacía que las relaciones diplomáticas resultaran profundamente "complejas".
Infante, que debió asumir en enero de 1979 como jefe de la Misión Diplomática chilena en Lima, después de haber sido declarado persona non grata al embajador de ese entonces, Francisco Bulnes Sanfuentes, fue testigo y actor de una cantidad significativa de hechos, muchos de ellos hasta hoy ignorados.
Entre otros, las negociaciones derivadas del encuentro de Charaña, que tenían como objetivo conceder una salida al mar a Bolivia.
El acuerdo de Charaña fue establecido en 1975 por los entonces dictadores de Chile, Augusto Pinochet, y de Bolivia, Hugo Bánzer, pero naufragó porque implicaba necesariamente el visto bueno de Perú, de acuerdo con tratados vigentes entre Chile y su vecino del norte.
Según esos tratados, Chile no puede disponer de territorios que antiguamente fueron peruanos sin el consentimiento de Lima.
Infante, que en su libro relata su experiencia diplomática en Lima entre 1976 y 1981, donde se desempeñó sucesivamente como consejero, ministro consejero y encargado de negocios, es hoy el único sobreviviente de los cinco negociadores que tuvo Chile en esas tratativas.
Recuerda que debió hacer frente en Lima a la conmemoración del Centenario de la Guerra del Pacífico (1879-1884), que libró Chile contra Perú y Bolivia, donde los bolivianos perdieron sus costas al océano Pacífico y los peruanos parte de su territorio sur, en el desierto de Atacama.
También le tocó vivir los momentos más complicados de la relación chileno-argentina debido a una delimitación marítima austral que el Gobierno en Buenos Aires no aceptó y que dio pie luego a una mediación del Papa Juan Pablo II.
Chile y Argentina estuvieron a punto de ir a la guerra en 1978 por la posesión de unas islas en el extremo sur del continente, pero lograron "sanar" sus heridas con la intervención de la Santa Sede y hoy mantienen una fructífera cooperación, incluso en el ámbito de la defensa.
Para el autor de "Confidencias limeñas. Charaña, espionaje y algo más", su libro constituye un aporte sustantivo a la historia de las relaciones entre Perú y Chile en esos años y una lectura indispensable para comprender la situación actual entre ambos países.
"Estoy seguro que a la gente le va a entusiasmar esta obra porque hay cosas que salen en el libro que no se han dicho nunca", enfatizó Infante, un abogado de la Universidad Católica de Valparaíso, que estudio luego Ciencias Políticas en la Universidad de Detroit (EE.UU) y cumplió funciones diplomáticas en al menos seis embajadas.
Para la exministra de Relaciones Exteriores de Chile, Soledad Alvear, el libro "es un crisol de experiencias en el cual se suman datos históricos, recuerdos diplomáticos y alusiones lúdicas, una mezcla de elementos que lo hacen leer con fluidez, de principio a fin".
Alvear destacó que el texto narra varios incidentes, para muchos desconocidos y que algún momento despertaron suspicacias, pero que el autor se encarga de aclarar, especialmente porque en las fechas en que el estuvo a cargo de la misión diplomática, Chile y Perú eran gobernados por dictaduras militares.
EFE
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