Harry Reid, senador demócrata, aludió al suicidio de su padre para instar al Congreso a que apruebe una ley para el control de las armas de fuego.
El líder de la mayoría demócrata del Senado de EE.UU., Harry Reid, dijo hoy que programará para este jueves un voto de procedimiento clave para iniciar el debate formal sobre el control de las armas, pese a la objeción de los detractores de la medida.
Durante un discurso ante el pleno del Senado, Reid aludió incluso al suicidio de su padre para instar al Congreso a que apruebe una ley para el control de las armas de fuego, un asunto que ha causado profundas divisiones en Estados Unidos.
Reid, senador por Nevada, señaló que varios Gobiernos estatales, incluyendo el de su estado, exigen una espera de tres días para acceder a las armas recién compradas y eso, enfatizó, ayuda a salvar vidas.
El legislador demócrata presentó esta misma tarde una moción para proceder a los preparativos para el debate sobre un plan para el control de armas, considerado el más ambicioso del Senado desde 1994, cuando se aprobó la prohibición de las armas que caducó en 2004.
Reid promueve una legislación "básica" que introduzca un sistema universal para la revisión de antecedentes penales de los compradores de armas, aunque ha dejado abierta la puerta al debate de polémicas enmiendas para la prohibición de armas de asalto y cargadores largos y mayores sanciones para el tráfico de armas, entre otros elementos.
Por su parte, el líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, ha dejado en claro que su bancada intentará bloquear el paquete de medidas para el control de las armas.
Si los republicanos cumplen con su amenaza, Reid necesitaría al menos 60 votos para que avance el debate formal de la medida demócrata sobre el control de las armas.
La masacre de 20 niños y seis educadoras en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown (Connecticut), el pasado 14 de diciembre, ha reabierto el debate nacional sobre cómo reducir la violencia generada por las armas.
Familiares de las víctimas de esa masacre, que llegaron a Washington la noche del lunes a bordo del avión Air Force One con el presidente Barack Obama, permanecerán en Washington hasta el jueves próximo para presionar al Senado a que apruebe la legislación.
A raíz de la matanza, Obama presentó una serie de propuestas para el control de las armas, que afrontan la oposición de la mayoría de los conservadores y grupos afines, entre éstos la influyente Asociación Nacional del Rifle.
Durante su acostumbrada rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, reiteró hoy la postura de Obama de que el Senado debe, al menos, permitir un voto sobre las medidas para el control de armas.
Según Carney, Obama tendrá una cena privada mañana con varios líderes del Senado para abordar asuntos como la reforma migratoria, el control de armas y las medidas presupuestarias.
Otra fuente de la Casa Blanca dijo que Obama tenía previsto telefonear hoy a varios senadores como parte de sus esfuerzos por lograr la aprobación de las medidas para el control de armas, aunque no precisó con quiénes hablaría el mandatario.
Durante un acto en la Casa Blanca, el vicepresidente Joseph Biden afirmó hoy que, aún si los republicanos bloquean el paquete de medidas para el control de armas, es un asunto que no va a desaparecer.
EFE
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