Mandatario Ollanta Humala admitió que ´durante siglos´ se cometieron ´errores terribles´ en relación al medio ambiente, pero aseguró que ahora Perú se propone ponerse a la cabeza de la defensa de la Amazonía.
La cumbre de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20 comenzó este miércoles en Río de Janeiro con un amplio consenso en la urgencia de la preservación del planeta, pero con desgarradores diferencias en los medios que cada país propone para lograrlo.
Un centenar de jefes de Estado y de Gobierno y altos representantes de 193 países se dieron cita en esta ciudad brasileña para reafirmar el compromiso con el medio ambiente y el desarrollo sostenible, en un encuentro que se prolongará hasta el viernes.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó en el discurso de apertura que el mundo "no puede permitirse el lujo de perder más tiempo" en la toma de acciones para cambiar el modelo económico hacia una economía verde.
Ban pidió a los países que "superen los intereses particulares" y piensen en las generaciones futuras, pero este mensaje no caló en los mandatarios, que expusieron las profundas diferencias que han dificultado la firma de un acuerdo más amplio de la Río+20.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en calidad de anfitriona, pronunció el discurso más caluroso a favor del acuerdo de mínimos firmado este martes, cuyo contenido fue propuesto por Brasil y eliminó los puntos más polémicos para evitar el fracaso de las negociaciones.
Rousseff celebró la aprobación del compromiso de erradicar la pobreza y que se haya renovado el principio de "responsabilidades comunes pero diferenciadas", que traslada la presión de detener el cambio climático principalmente a los hombros de los más ricos.
El optimismo se desvaneció en la intervención del presidente francés, François Hollande, que sostuvo que el acuerdo que será firmado por los jefes de Estado es "insuficiente" para dotar a las cuestiones medioambientales de una mayor importancia en la agenda global.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, advirtió de que sólo los proyectos medioambientales viables desde el punto de vista económico serán sostenibles y abogó por una "economía verde" que aúne la protección del medio ambiente y la generación de empleo.
"Estoy convencido de que el medio ambiente sólo puede preservarse si incorporamos su valor económico a nuestras decisiones como gobernantes. Lo que no sea viable desde el punto de vista económico, no podrá sostenerse y, a la vez, algo que no sea sostenible medioambientalmente, no será útil económicamente", manifestó Rajoy.
China, uno de los mayores contaminadores del mundo, echó un jarro de agua fría en la plenaria al dejar claro que el cuidado al medio ambiente no será una prioridad del país mientras obligue a frenar su crecimiento.
El primer ministro chino, Wen Jibao, dijo que "no se puede limitar" el ritmo de crecimiento de los países y sostuvo que China tendrá más capacidad de impulsar la transición a lo verde cuanto más se desarrolle.
Estas divisiones entre los países suponen la mayor "debilidad" de la comunidad internacional y el mayor riesgo para el planeta, según alertó el presidente de Chile, Sebastián Piñera, que, al igual que el resto de los líderes latinoamericanos, mostró su compromiso con el cuidado al medio ambiente y la justicia social.
En la misma línea, la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, señaló a los países que "siguen sin asumir sus compromisos" y recordó que el deterioro del medio ambiente le afecta a "todos".
El presidente peruano, Ollanta Humala, entonó el "mea culpa" y admitió que "durante siglos" en su país se cometieron "errores terribles" en relación al medio ambiente, pero aseguró que ahora Perú se propone ponerse a la cabeza de la defensa de la Amazonía.
El mandatario uruguayo, José Mujica, afirmó que el mundo necesita urgentemente reformar su modelo económico, dominado por las fuerzas del mercado y el consumismo, mientras que Paraguay, representado por su canciller, Jorge Lara Castro, rechazó que la naturaleza sea tratada "como una mercancía".
La presidenta argentina, Cristina Fernández, regresó a su país sin pronunciar su discurso y sin explicación oficial de los motivos, pero al parecer fue por problemas internos relacionados con una huelga de camioneros.
La Río+20 prosigue mañana con los pronunciamientos de las autoridades que no hablaron hoy, entre ellos la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton.
EFE
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