Según un estudio difundido por el observatorio Lima Cómo Vamos, Santa Anita es el distrito con menos protección, tiene un policía por cada 2.431 personas.
Carlos Romero, especialista en seguridad ciudadana de la ONG Ciudad Nuestra, reveló la existencia de una inequidad en la distribución de los servicios policiales en Lima Metropolitana. Fue al analizar los resultados del estudio difundido por el observatorio Lima Cómo Vamos, el cual revela que solo existe un policía por cada 781 habitantes en la ciudad.
Según los resultados de la investigación, el distrito de Santa Anita es el que tiene menor protección policial, al contar con solo un efectivo por cada 2.341 habitantes.
“Este inequitativo despliegue policial debe revertirse con una mejor gestión del recurso humano que tenga en consideración el número de habitantes de cada distrito, la extensión del territorio, las actividades económicas y también la presencia de efectivos de serenazgo” sostuvo el experto.
Una de las propuestas para esta problemática, dijo, es que la Policía y el Serenazgo trabajan de manera conjunta a través de un patrullaje integrado, que se focalice en los puntos más peligrosos, pero que también organicen a la población para dar una alerta temprana.
“Se deben organizar brigadas de autoprotección escolar, organizar a los taxistas y mototaxistas, para ello se debe interconectar las comunicaciones con la Policía, el Serenazgo y las Juntas Vecinales” remarcó.
Falta capacidad de gestión
Romero señaló que esta inequidad en la distribución de efectivos policiales en Lima tiene su origen en la falta de capacidad de gestión no solo de los recursos humanos, sino también en la optimización del gasto.
“Durante el 2010 el Ministerio del Interior devolvió al erario nacional 106 millones de soles y esto por una falta de capacidad de gestión para hacer licitaciones e invertir apropiadamente los recursos, no se puede estar devolviendo dinero cuando las comisarías están venidas a menos, similar situación registra el INPE” expresó.
El experto saludó la decisión del actual ministro del Interior de recuperar la exclusividad del servicio policial para poner orden en la institución, pero dijo, que debe acompañarse de una estrategia integral que permita mejorar los recursos humanos, los recursos económicos y presupuestales, la tecnología y equipamiento de las comisarías.
“Y un aspecto importante es el periodo de formación de un efectivo policial. En los últimos años ese periodo se redujo de tres años a la mitad y se ha estado sacando a las calles a efectivos con seis meses de formación, es positivo que el ministro haya anunciado que se volverá a los tres años de formación” finalizó.
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