La "Shenzhou IX" será la primera misión espacial tripulada china desde septiembre de 2008, que se trasladará hasta el módulo orbital Tiangong-1.
Liu Yang, de 34 años de edad y natural de la ciudad de Zhengzhou, capital de la provincia norteña de Henan, será la primera mujer china en salir al espacio junto a otros dos astronautas varones en junio, en el que pretende ser el primer acoplamiento de una nave tripulada con el módulo "Tiangong I".
La "Shenzhou IX" será la primera misión espacial tripulada china desde septiembre de 2008, que se trasladará hasta el módulo orbital Tiangong-1 (llamado también "Palacio Paradisíaco") para acoplarse a él, y en el que los astronautas entrarán temporalmente con el objetivo de desarrollar experimentos científicos.
Tiangong-1 es el primer módulo espacial chino y fue lanzado el pasado septiembre, pero China planea reemplazarlo por una estación espacial propia en 2020, donde una tripulación pueda vivir de forma independiente durante varios meses.
La designación de Liu se anunció ayer tras un largo periodo de selección que, de acuerdo a los requisitos chinos, prefirió a las mujeres casadas y, preferentemente, con hijos (que no es el caso de Liu), debido a que el vuelo espacial y la posible exposición radial podría causar infertilidad, a la citada web.
En su selección, como en el caso de los varones, se descartó a aquellas que sufrían dolores de garganta, resfriado crónico, caries, cicatrices, arritmia cardiaca, o latidos irregulares del corazón, condiciones que, en los dos últimos casos, si se permiten en el caso de los pilotos de aviones de combate.
"Tenemos que actuar con cautela y proteger a nuestros astronautas, aunque no hay evidencia de daño", señaló el director del Centro de Medicina Clínica Aeroespacial del Ejercito de Liberación del Pueblo chino y miembro del proceso de selección, Xu Xianrong, según el portal china.org.
La misión espacial, que durará trece días y que ayer completó con éxito su primer adiestramiento, cuenta con una habitación y un baño independiente para Liu en el que podrá asearse sin racionamiento de agua, y lleva consigo cosméticos simples no contaminantes, de acuerdo al periódico "South China Morning Post".
"Liu es nuestro orgullo", comentó a los medios chinos su suegra, detallando que la astronauta espera engendrar un hijo a su regreso.
Con más de once años como oficial de aviación, Liu puede volar cuatro tipos de aviones y, junto a sus compañeros, tiene la misión de, una vez acoplada su nave, la "Shenzhou IX", evaluar las habilidades de reciclaje del "Tiangong I", que incluye la conversión de sudor y del vapor de la respiración en agua, de agua en oxígeno, y de orina en agua, aunque los astronautas no beberán del agua reciclada.
De acuerdo al diario hongkonés, ésta será la más larga estadía de astronautas chinos en el espacio, por lo que están equipados con vestimentas de resistencia al peso que les ayudarán a mantenerse en forma y dispondrán de un sistema para detectar y filtrar contaminantes.
Además, los astronautas evaluarán equipos médicos para ver si pueden funcionar en ese tipo de ambiente y simularán la salida de un incendio durante su misión.
El segundo grupo de astronautas entre los que estaba Liu (de dos mujeres y cinco varones en 2010) no tuvo como requisito alcanzar el punto que mide la habilidad del cuerpo para resistir extremas fuerzas de gravedad.
El criterio para combatir la falta de oxígeno tampoco es tan estricto, de acuerdo a Xu, y es la primera vez que la selección se "relaja".
El despegue de "Shenzhou IX" se anunció en febrero pasado, aunque se informó que sería una nave no tripulada con animales y semillas a bordo para realizar experimentos en condiciones de gravedad cero y radiación, y se pronosticó un lanzamiento tripulado para 2013.
Expertos en exploración espacial estiman que China tiene actualmente el nivel tecnológico en este campo que tenían EEUU y la Unión Soviética en la década de 1960, pero que está progresando más rápido que Washington y Moscú, donde los problemas económicos y las dudas sobre la viabilidad de la exploración del espacio han frenado los avances durante años.
EFE
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