Quince países, la mayoría en África subsahariana, asumieron el 80 por ciento de los casos.
Los casos de malaria cayeron en el mundo un 37 por ciento durante los últimos quince años y en el mismo periodo la mortalidad por paludismo se redujo en un 60 por ciento, con lo que se ha cumplido el Objetivo del Milenio de poder revertir la tendencia al alza de la enfermedad en 2015.
Así lo revela este miércoles un informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de Unicef que indica que con esta reducción de casos durante los últimos quince años se ha evitado la muerte de más de seis millones de personas.
Los Objetivos del Milenio fueron metas de desarrollo socioeconómico establecidas por la ONU para cumplirse en el año 2015.
Nuevos enfoques, estrategias, herramientas, fármacos y fondos para implementar programas de lucha contra el paludismo, al que está expuesto la mitad de la población mundial, han logrado estas reducciones de incidencia y mortalidad de gran envergadura en los últimos tres lustros.
En 2014, 13 países no registraron casos de la enfermedad, y seis naciones contabilizaron menos de una decena de enfermos.
La caída más rápida se detectó en el Cáucaso y en Asia Central.
En general, dos tercios de las muertes relacionadas con la malaria las sufren los niños menores de cinco años.
Entre el año 2000 y 2015 el número de muertes de niños de menos de cinco años cayó un 65 %, lo que representan 5,9 millones de vidas salvadas, destaca el texto.
A pesar de estos avances, en el mundo sigue habiendo 3.200 millones de personas en riesgo de contraer la malaria, 1.200 de ellos en alto riesgo.
Se estima que en 2015 unos 214 millones de personas contrajeron la enfermedad y de ellas, 438.000 murieron.
Quince países, la mayoría en África subsahariana, asumieron el 80 por ciento de los casos y el 78 por ciento de las muertes. EFE
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