Los candidatos de las elecciones presidenciales de Venezuela del 14 de abril, Nicolás Maduro y Henrique Capriles, se acusaron de sembrar el odio y pidieron a Dios que los libre de la maldad del otro.
Los principales candidatos para las elecciones presidenciales de Venezuela del próximo 14 de abril, el mandatario encargado, Nicolás Maduro, y el líder opositor, Henrique Capriles, se acusaron este domingo, mutuamente, de sembrar el odio en el país y ambos pidieron a Dios que los libre de la maldad del otro.
Maduro y Capriles, pidieron en Domingo de Ramos que Dios ilumine el país que cada uno defiende. Incluso, el candidato oficialista rezó junto a sus partidarios concentrados en el estado Lara (oeste) un Padre Nuestro por la memoria del presidente fallecido Hugo Chávez.
"Ahora la minoría de los partidos del odio, del candidato del odio, dirigen su campaña contra el pueblo (...) frente a su odio, frente a su obsesión, le decimos va de retro satanás, bien lejos con tu odio, tu odio me resbala", dijo Maduro.
De la oposición dijo, además, que sus miembros eran unos "fariseos de la derecha", amargados y obsesionados "porque saben que este pueblo irredento e insurrecto les va a meter una pela histórica este próximo domingo 14 de abril".
Capriles, por su parte, encabezó actos de campaña en los estados Yaracuy y Lara en los que recordó a sus seguidores que él es un "hombre creyente que fortalece su fe todos los días" y les dijo que apelaba "al sentido cristiano" y a la fe de los asistentes para luchar por Venezuela.
El abogado de 40 años dijo que los que ahora gobiernan tras la muerte del presidente no quieren solucionar los problemas de los venezolanos sino "quedarse allí aferrados al poder" y por ello usan la imagen de líder fallecido, lo que condenó.
Insistió además en que el Gobierno le mintió al pueblo sobre la salud del presidente, como lo dijo al asumir la candidatura a la presidencia, afirmación por la que fue severamente criticado desde el Gabinete y por la familia de Chávez.
EFE
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