Un kamikaze murió en la periferia de la ciudad tras hacer estallar un cinturón con explosivos que portaba, dijo un miembro de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Mali.
La ciudad de Kidal, en el norte de Mali, vivió este domingo escenas de pánico tras una fuerte explosión e intercambios de disparos entre soldados malienses y desconocidos armados, afirmaron a Efe distintas fuentes.
Un miembro de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Mali (Minusma) dijo a Efe que a mediodía un kamikaze murió en la periferia de la ciudad tras hacer estallar un cinturón con explosivos que portaba.
El militar afirmó que el cadáver del individuo fue descubierto en un edificio abandonado, aunque no facilitó más detalles.
Sin embargo, el Gobernador de Kidal, Adama Kamissoko, afirmó en una declaración telefónica a Efe que la explosión se debió al estallido de un obús por el efecto del calor en un edificio utilizado hace tiempo por la agencia de la ONU del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
"No hay ninguna víctima humana, pero deploramos los destrozos causados", afirmó el Gobernador.
Unas horas más tarde, se produjeron intercambios de disparos entre soldados malienses y desconocidos en varias zonas de Kidal, según sus habitantes.
Por el momento, la pertenencia a algún grupo y las motivaciones de los autores de los tiroteos se desconocen y ninguna fuente ha sido capaz de asegurar si se han producido víctimas en los tiroteos.
Kidal fue el escenario el pasado viernes de un ataque con granadas perpetrado par un grupo de desconocidos, que provocó heridas a dos soldados malienses.
El sábado, un atentado suicida fue perpetrado contra un edificio de la Armada maliense en Tombuctú, en el norte de Mali, y en él murieron los dos kamikazes y dos civiles mientras que seis militares resultaron heridos.
La degradación de la situación de la seguridad en el norte de Mali se ha venido produciendo tras el anuncio de grupos armados tuareg de retirarse del proceso de diálogo con el Gobierno de Bamako, al que acusan de haber puesto en peligro los acuerdos firmados en junio pasado en Burkina Fasso.
Estos acuerdos, supervisados por la Comunidad Económica de Estados de Áfrique del Oeste (Cedeao) estipulan que las partes entablarán negociaciones para llegar a un acuerdo para solucionar la crisis en el norte de Malí.
El Gobierno de Malí ha expresado su rechazo a esas afirmaciones y ha enumerado una serie de "medidas de confianza", como la liberación de más de 30 detenidos rebeldes, la reunión del presidente, Ibrahima Boubacar Keita, con representantes de los grupos armados del Norte, y la creación de un programa de emergencia para el desarrollo del norte maliense.
EFE
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