El trabajador ferroviario declaró ante el juez que investiga el caso que intentó frenar dos veces y que luego utilizó el freno de emergencia, pero los mecanismos no funcionaron.
Un fallo en el sistema de frenos fue la causa del choque el pasado miércoles de un tren contra una de las cabeceras de la estación ferroviaria Once, de Buenos Aires, que causó 51 muertos y 703 heridos, según las declaraciones del maquinista.
Fuentes judiciales citadas hoy por la prensa local indicaron que Marcos Antonio Córdoba, el maquinista del tren de cercanías, declaró ante el juez que investiga el siniestro, Claudio Bonadío, que intentó frenar dos veces y que luego utilizó el freno de emergencia, pero los mecanismos no funcionaron.
Córdoba, de 28 años, fue imputado por el delito de "estrago culposo" -delito para el que se prevé una pena de seis meses a tres años de prisión- y, tras prestar declaración indagatoria, quedó en libertad por decisión del juez.
Según las misma fuentes, el maquinista declaró que era "habitual" que existieran fallas en los materiales de los trenes y que el sistema de frenos ya presentó problemas el día de la tragedia en una estación antes de llegar a la terminal Once, la de Caballito, donde por esa causa se pasó unos metros del andén.
La declaración del maquinista está en línea con las reiteradas denuncias de trabajadores ferroviarios sobre el estado deficiente del material ferroviario.
En medio de las críticas por la falta de control estatal de las concesiones ferroviarias, el Gobierno de Cristina Fernández ha resuelto presentarse como querellante en el proceso judicial.
EFE
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