Restobar Opus Wine, ofrece una propuesta gastronómica orientada a alta cocina internacional, con un excelente servicio personalizado. La carta de vinos es una de las más completas de Lima con 350 etiquetas de diferentes partes del mundo.
Hay maridajes y maridajes, en la mayoría se elige a un restaurante y el importador ofrece sus vinos de promoción. Pero son pocos, los importadores que tienen su propia vinoteca y ofrecen un servicio personalizado, como es el caso de Restobar Opus Wine, "La Viniteca", en el centro comercial, Polo Plaza II, en el distrito de Surco.
El somelier, import-manager, Eduardo Rodriguez, se encuentra en la búsqueda de lo diferente que pueda ofrecer en el mercado, y no trae containers, sino paletas, de los lugares donde considera hay vinos distintos, es decir con un carácter especial.
Los chefs Marcello Portuondo (argentino) y Hector Hernandez, sorprendieron con sus técnicas y manejo de la sazón, el maridaje presentado por el sommelier, Alan Cayo, en la cena maridaje de 5 tiempos, a cuatro manos. Para cerrar la noche se sirvió a los comensales una colección de cinco vinos de Burdeos, cosecha 2010.
El festín de sensación de sabores empezó con Tartare de almejas, cushuro y un sutil perfume de ají limo. El acompañante elegido fue Santa Inés, Sauvignon Blanc 2013, reserva de Casa Blanca/ Chile. Aquí hay que destacar la presentación de las dos conchitas de almejas sobre una base de piedra decorada con algas marinas que servía de pequeño plato. La frescura del Cushuro andino con toques de limo, acompañaba perfecto al sauvignon con medina persistencia y agradable final en boca. (precio en lista S/45.00)
En el segundo tiempo. Tiradito colonial, conchas heladas de nuestro pacifico en emulsión de ají amarillo al eneldo y sal de jamón ibérico. En este maridaje el toque lo dio la sal de jamón ibérico, que aporta una sensación de sal sutil y crocante a la preparación, por las granulaciones del cerdo procesado. El plato impactó notablemente con el Laborum, Torrontes 2013 del Valle de Cafayate en Salta / Argentina. Este es un Torrontes, “diseñado” por el experimentado enólogo que es el mejor ferente experto en vinos y terruños de esta zona de altura en Argentina. Un Torrontes, distinto a muchos otros, con marcada acidez, pero sin sabor amargo a final, sino todo lo contrario, medianamente dulce y equilibrado.
El tercer tiempo. Pansotti diavolo con crema aterciopelada de anchoas y una picara capa de bolognesa especiada. Es una salsa a la bolognesa con un picor y acidez agradable. Podere, Montepulciano d Abruzzo 2012 de Italia, se perdía un poco con la fuerza de la salsa, que no dejaba de estar estupenda.
En el final de los platos de fondo. El magret de pata de corral tierna en su punto, con chutney de higos al jerez y su trigoto con hongos de porción. Se llevó todos los aplausos. El pato sellado en su propia grasa, algo ahumado, calzo estupendo con la reducción de higos. El vino presentado para esta ocasión: Raymond, R Collection Lot N3 Cabernet Sauvignon 2001, California/EE.UU. Un buen ejemplar, pero lamentablemente no estaba a tono con la fuerza de la carne de granja, quizás un cabernet o un malbec de Argentina hubiera sido el acompañante perfecto.
Para cerrar con broche de oro, el postre. Cantuccinis de almendras y helado devainilla, llegó de la mano al altar con Mural de Favaois, Moscatel del Douro / Portugal. Un buen generoso, el dulce no empalaga, se aprecia el gusto de almíbar y compota. Favaois, es un pueblo de Portugal que se caracteriza por la elaboración del Moscatel. S/75.00
Comparte esta noticia