Según los cuidadores, los animales sufrieron la depresión tras la muerte de las dos hembras más viejas de la manada. Tuvieron que ser medicados porque se negaban a comer.
Los monos carayá de un parque ecológico argentino sufrieron una depresión tras la muerte de las dos hembras más viejas de la manada y tuvieron que ser medicados porque se negaban a comer, informaron hoy medios locales.
Hace un año y medio, dos monas alfa murieron por causas naturales en el Parque Ecológico Urbano (PEU) de Río Cuarto, unos 650 kilómetros al oeste de Buenos Aires, y en ese momento "sus compañeros machos se deprimieron y cuatro de ellos se dejaron morir de tristeza", explicó a Clarín la coordinadora del parque, Miriam Rodríguez.
Rodríguez detalló que los ejemplares de monos carayá de este parque de 12 hectáreas "viven en grupo, son muy familiares". "Tras la muerte de las hembras, notamos que estaban raros, pero pensamos que podía ser algo que estaban comiendo", agregó.
Preocupados por su inactividad y la resistencia a alimentarse, consultaron a especialistas del cercano zoológico de Córdoba, que les indicaron que "los animales podrían estar atravesando un agudo cuadro depresivo".
Tras varios análisis, el psiquiatra Sergio Castillo confirmó el diagnóstico de depresión y hace dos meses se les recetó un tratamiento a base de centralina, "un mineral de la recaptación de la serotonina que se usa en humanos para revertir distintos procesos originados por trastornos compulsivos o depresión", declaró al rotativo el veterinario Ezequiel Carrizo.
La coordinadora del PEU manifestó a Radio 2 su reticencia inicial al tratamiento, ya que le parecía "descabellado darles medicamentos antidepresivos aunque sea en mínimas dosis", pero admitió que "ha empezado a levantarles el ánimo".
EFE
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