La canciller alemana garantizó su apoyo a la integridad territorial de Ucrania y a su derecho a decidir su futuro de forma libre y autónoma.
La canciller alemana, Angela Merkel, subrayó este martes la necesidad de "llamar a las cosas por su nombre" y acusó a Rusia de haber violado el derecho internacional en la crisis ucraniana, pero hizo un nuevo llamamiento al diálogo, convencida de que la solución al conflicto no puede ser militar.
"Necesitaremos quizá tiempo, pero estoy convencida de que podemos lograrlo y debemos lograrlo", manifestó en su discurso ante los delegados de la Unión Cristianodemócrata (CDU) reunidos en Colonia, que deben votar su reelección como presidenta del partido.
Entre aplausos y dirigiéndose al alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó, presente en la convención, la canciller garantizó su apoyo a la integridad territorial de Ucrania y a su derecho a decidir su futuro de forma libre y autónoma.
Merkel repasó el año 2014, "de guerras, crisis y terribles enfermedades", y recordó que Europa ha visto cómo se ponía en cuestión el orden establecido tras la II Guerra Mundial, con movimientos de fronteras y la anexión de Crimea por parte de Rusia.
La crisis que se vive en el este de Ucrania pone en riesgo la estabilidad y la paz en Europa, recalcó la canciller, quien acusó a Rusia de infringir el derecho internacional y lamentó que Moscú ya no vea a sus países colindantes como vecinos, sino como posibles esferas de influencia.
Sin embargo, a pesar de sus "palabras claras", reivindicó la apuesta por el diálogo liderada por Berlín desde el inicio de la crisis y garantizó que ella y su ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, realizarán "todos los esfuerzos diplomáticos posibles" para que se respeten el acuerdo de Minsk.
Merkel reconoció ante los delegados que las sanciones a Moscú son duras, también para la economía alemana, y recordó que "no son un fin en sí mismas", aunque garantizó que se adoptarán si son necesarias.
EFE
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