El actor manifestó que en los momentos más difíciles de su vida, antes que retornara al cine con "El Luchador", el psiquiatra y el sacerdote fueron sus mejores amigos.
Mickey Rourke, que asiste estos días al Festival de Cine de
Sarajevo, ha asegurado que está agradecido a Dios por haberle dado una segunda
oportunidad en la vida.
"Dios me dio una segunda oportunidad en la vida y se lo agradezco", declaró Rourke al diario bosnio "Avaz", horas antes de que su película "The Wrestler" ("El luchador"), filme por el que fue nominado al Oscar como mejor actor, sea proyectada en la clausura del certamen.
Explicó que en los momentos más difíciles de la vida, antes de que con su papel en "El luchador" regresara al mundo cinematográfico, el psiquiatra y el sacerdote fueron sus mejores amigos.
"Cuando te caes, la gente te empuja más. El mundo está lleno de materialismo y envidia. Cuando eres famoso y te caes, la gente no quiere que vuelvas. Es casi imposible volver. Ya es difícil la primera vez, pero la segunda vez es como si no existieras... Dios me dio una segunda oportunidad, el de arriba me ayudó", explicó.
Rourke, que obtuvo el Globo de Oro por dicha cinta y se quedó a las puertas del Oscar, dice estar orgulloso de haberse convertido en un "sex-symbol" de Hollywood tras su papel en la película "Nueve semanas y media".
"No me molestaba que las mujeres me miraran así, incluso estaba muy bien ser un "sex-symbol" durante cinco minutos", comentó. Desmintió que vaya a actuar en otra continuación de "Rambo" y concluyó que la vida y el trabajo en Hollywood es como un combate de boxeo.
"Sin embargo, no pienso mucho en Hollywood. No me interesa qué es Hollywood y qué piensa la gente de Hollywood. No pienso en cómo funciona ya que simplemente no me interesa. Ni sueño con ello", comentó.
EFE
"Dios me dio una segunda oportunidad en la vida y se lo agradezco", declaró Rourke al diario bosnio "Avaz", horas antes de que su película "The Wrestler" ("El luchador"), filme por el que fue nominado al Oscar como mejor actor, sea proyectada en la clausura del certamen.
Explicó que en los momentos más difíciles de la vida, antes de que con su papel en "El luchador" regresara al mundo cinematográfico, el psiquiatra y el sacerdote fueron sus mejores amigos.
"Cuando te caes, la gente te empuja más. El mundo está lleno de materialismo y envidia. Cuando eres famoso y te caes, la gente no quiere que vuelvas. Es casi imposible volver. Ya es difícil la primera vez, pero la segunda vez es como si no existieras... Dios me dio una segunda oportunidad, el de arriba me ayudó", explicó.
Rourke, que obtuvo el Globo de Oro por dicha cinta y se quedó a las puertas del Oscar, dice estar orgulloso de haberse convertido en un "sex-symbol" de Hollywood tras su papel en la película "Nueve semanas y media".
"No me molestaba que las mujeres me miraran así, incluso estaba muy bien ser un "sex-symbol" durante cinco minutos", comentó. Desmintió que vaya a actuar en otra continuación de "Rambo" y concluyó que la vida y el trabajo en Hollywood es como un combate de boxeo.
"Sin embargo, no pienso mucho en Hollywood. No me interesa qué es Hollywood y qué piensa la gente de Hollywood. No pienso en cómo funciona ya que simplemente no me interesa. Ni sueño con ello", comentó.
EFE
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