Meteorólogos señalan que el fenómeno se debe a un cambio en las corrientes de los vientos procedentes del Pacífico Central.
Al menos dos personas murieron y 4.000 fueron evacuados de sus casas por las lluvias torrenciales que padece esta semana la región oriental de Filipinas, informaron hoy fuentes oficiales.
Una mujer de 80 años y su hijo de 50 perecieron ahogados ayer cuando intentaban alcanzar un refugio en la provincia de Albay, unos 350 kilómetros al sureste de Manila, señaló el gobernador, Joey Salceda.
Albay lleva ya seis días sufriendo precipitaciones sin cesar que ocurren fuera de la estación lluviosa (suele arrancar en junio y se prolonga hasta noviembre o diciembre en el archipiélago).
Según los meteorólogos, el fenómeno se debe a un cambio en las corrientes de los vientos procedentes del Pacífico Central.
Las autoridades comenzaron a evacuar decenas de aldeas durante la pasada Nochebuena por el peligro de inundaciones y corrimientos de tierra, y está previsto que los aguaceros continúen al menos hasta el domingo.
Debido a que algunos desplazados se empeñan en escaparse por las noches de los campos de refugiados para recoger efectos personales o atender a sus cultivos y para evitarlo, Salceda anunció que ofrecerá un banquete para todos en Nochevieja.
Las lluvias han provocado el corte de varias carreteras y la cancelación de decenas de vuelos domésticos a las provincias de Albay, Masbate y Sorsogon.
EFE
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