Los pobladores marcharon cerca a la sede del primer ministro japonés para manifestar su rechazo a la puesta en marcha de dos reactores nucleares en la parte occidental del país.
El último fin de semana, más de 10 mil personas tomaron las calles de Tokio para protestar en contra de la política nuclear que pretende imponer el gobierno japonés.
Los pobladores marcharon cerca a la sede oficial del primer ministro japonés Yoshihiko Noda para manifestar su rechazo a la puesta en marcha de dos reactores nucleares en la parte occidental del país.
Los manifestantes corearon consignas contra el uso de la energía nuclear tras la medida tomada por el Gobierno, que sigue apostando por la energía atómica contraviniendo a la recomendación de los expertos.
Por su parte cientos de manifestantes bloquearon el acceso a una planta nuclear de Oi, en el oeste del país, para protestar contra su reactivación.
Sin embargo, pese a que impidieron a los trabajadores llegar a dichas central, el reactor número 3 de la misma entró en funcionamiento.
Se trata de la primera puesta en marcha de una central atómica japonesa desde la catástrofe nuclear de la central de Fukushima, provocada por el terremoto y el tsunami que asoló parte del país el 11 de marzo de 2011.
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