El acceso a la atracción se disfruta hoy por solo 25 centavos, el mismo precio que costaba en 1927, cuando se inauguró.
La vertiginosa montaña rusa de madera Cyclone, de Coney Island (Nueva York), cumple 85 años, en los que ha hecho segregar adrenalina a generaciones de neoyorquinos y personas de todo el mundo, en una caída de 24 metros a 96 kilómetros por hora.
El acceso a la atracción se disfruta hoy por solo 25 centavos, el mismo precio que costaba en 1927, cuando se inauguró.
"Es una experiencia realmente intensa y esta antigua montaña rusa es una pieza icónica, reconocible en todo el mundo", dijo hoy a Efe una portavoz de Central Amusement International (la empresa que opera esta atracción), Johanna Zaki.
Una de las peculiaridades de esta montaña rusa estriba en que está construida en madera, desde los coches hasta los 804 metros de vía por la que estos discurren, a diferencia de las modernas, realizadas en acero, por lo que "cada bache, cada vuelta, se siente mucho más y es mucho más vivo y vibrante", explicó Zaki.
Cyclone, apodada como la "Gran Mamá de Coney Island" y que se halla en el parque de atracciones de Brooklyn Luna Park, se inauguró el 26 de junio de 1927.
Para asegurarse de que el tiempo no hace mella en su estructura y no compromete la seguridad de las 250.000 personas que montan en ella cada temporada, está sometida a unas exhaustivas labores de mantenimiento, que implica una revisión diario y una puesta a punto especial cada invierno.
Así, los empleados del parque de atracciones la revisan cada mañana dos horas antes de que comience a funcionar, con el fin de comprobar que la madera no está dañada y que no hay tornillos sueltos, y, entre octubre y abril, los coches se desmontan para ponerlos a prueba y luego se vuelve a ensamblar.
Son precauciones para que el trayecto, de casi dos minutos de duración, y con un trepidante trazado a base de doce caídas y 27 cambios de nivel, sea una experiencia tan divertida como segura para los 24 pasajeros, lo que no impide que, en alguno de sus mareantes giros, sus efectos personales salgan despedidos.
"A lo largo del tiempo han ido cambiando los objetos que encontramos, pero, de un tiempo a esta parte, lo que más hay son teléfonos móviles", señaló Zaki.
Este sábado se celebrarán por todo lo alto los 85 años de vueltas y revueltas de la veterana montaña rusa, que fue declarada monumento protegido en 1988.
Además, se organizará un concierto con diversos intérpretes y se entregarán premios durante todo el día.
EFE
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