El mandatario boliviano dijo que se sintió "inseguro" y confió en que la situación se supere con los nuevos mandos de la Policía.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, reveló hoy que la cúpula de la Policía, renovada este jueves, grabó las conversaciones que él y el vicepresidente Álvaro García Linera mantenían con los miembros de esta institución en sus reuniones de planificación.
Morales, que presidió en el Palacio de Gobierno la toma de posesión del nuevo comandante de la Policía, el coronel Alberto Aracena, dijo que se sintió "inseguro" debido a estos hechos y confió en que la situación se supere con los nuevos mandos.
"Lamentablemente no hemos visto resultados ni han sido tan productivos. Lo que más nos molestó es que no era posible que hagamos esas reuniones para que nos graben a nosotros. Me he sentido inseguro", espetó en presencia del máximo responsable policial saliente, el comandante Víctor Maldonado.
En su discurso ante la cúpula policial, Morales pidió entre otras cuestiones que se mejore "el tema disciplinario" para que la institución "sea bien vista no solo internamente, sino externamente".
"Quiero resultados y este tema del seguimiento al presidente tiene que terminarse", aseveró.
El nuevo responsable policial ocupaba hasta ahora el cargo de director nacional de Inteligencia; anteriormente dirigió la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) en La Paz y fue comandante de la Policía de dicho departamento, informó la agencia estatal de noticias ABI.
Morales arremetió asimismo contra las vías de colaboración policial con otros países, y en especial con Estados Unidos, porque la intromisión extranjera "nos hizo mucho daño".
Afirmó que cuando esos cuerpos policiales invitan a los mandos bolivianos a seminarios y cursos, no es para ayudar a la liberación del país, sino para someterlo y subordinarlo.
"Por más que nos digan país pobre, en vías de desarrollo, por encima de todo tenemos dignidad y soberanía. (...) Hay que ir a convencerlos con nuestra posición y no a que nos sometan con sus doctrinas. Sus avales externos no sirven para nada", arguyó Morales.
"Nos hemos liberado de ellos", agregó.
El presidente boliviano también hizo referencia a la corrupción. "Tenemos problemas lamentables, condenables", dijo después de que en la última semana se haya desarticulado una red de extorsionadores a reos, fiscales y jueces cuyos cabecillas eran asesores jurídicos del Ministerio de Gobierno.
Un informe de la ONG alemana Transparencia Internacional publicado ayer sitúa a Bolivia como el noveno país más corrupto de América Latina (empatado a puntos con México).
"Ningún diputado, ningún ministro tiene impunidad ni inmunidad", subrayó el mandatario, quien advirtió que "la corrupción se va a combatir sea grande o pequeña".
EFE
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