Cerca de 40 voluntarios de Alemania apoyan con clases gratuitas a niños y jóvenes de la Orquesta de Barro en Trujillo y Chimbote.
Más de 300 niños y adolescentes de Trujillo y Chimbote disfrutan del placer de tocar música clásica a través de Arpegio, una institución cultural que fundó Joe Rodríguez, ganador del Premio Integración 2005, para incentivar a los chicos a desarrollar diversas capacidades en el conjunto musical: “Orquesta de Barro”.
Desde que se formó la orquesta, integrada por 100 niños y jóvenes actualmente, Joe encontró el apoyo de diversas personas y organizaciones que le ayudaron a consolidar su proyecto. Entre ellos, 40 voluntarios alemanes brindan clases de música gratuita en los sectores de escasos recursos.
Tilman Eicke, voluntario de Alemania y profesor de flauta dulce en los sectores de Miramar, La Esperanza, El Porvenir, cuenta su experiencia. “Al comienzo era muy difícil, porque tenía problemas con el idioma. Luego aprendí y con la práctica logré mejorar varios métodos para enseñar mejor a los niños”, explica.
El educador decidió transmitir sus conocimientos en la Orquesta de Barro motivado por una compañera suya que ya había vivido esta experiencia. “Mi amiga estuvo aquí en la orquesta de 5 a 6 años, ella me contó que la meta es enseñar principalmente a niños pobres y que todos podían participar”, comenta Eicke.
Tilman considera que tocar música clásica es una buena iniciativa que ayuda a los chicos a desarrollar múltiples capacidades. “No solo aprendes a tocar un instrumento, también aprenden a tocar todos a la vez, como si fueran uno. Y eso lo puedes usar en la vida diaria, por ejemplo, te enseña a estar seguro en todo lo que haces”, manifiesta.
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