En el puerto esto ha sido aprovechado por los comerciantes que ofrecen paseos en bote por los alrededores de la isla y también por los restos del Costa Concordia por 25 euros.
De tragedia a destino turístico. Desde hace meses cientos de turistas acuden día a día a la isla del Giglio, en Italia, para visitar lo que queda del Costa Concordia, el crucero que naufragó y dejó 30 muertos al chocar contra una roca.
Bajo la premisa de "turismo macabro", las personas dedican varios días de sus vacaciones a pasear en la isla, que según los lugareños ha triplicado el número de visitas en los últimos meses.
Según autoridades locales, a la isla llegan en promedio ocho mil turistas al mes, a quienes se les cobra un euro por la visita.
Por otro lado, en el puerto esto ha sido aprovechado por los comerciantes que ofrecen paseos en bote por los alrededores de la isla y también por los restos del Costa Concordia por 25 euros.
Sin embargo, para otros el naufragio representa una "herida abierta" en medio el océano y que transmite una profunda sensación de tristeza.
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