Miles de habitantes de la capital amanecieron en las calles y áreas verdes con sus camas y enseres, tras sufrir el tercer terremoto en cuatro días, una situación que no experimentaban desde el 23 de diciembre de 1972.
El gobierno de Nicaragua decretó una "alerta roja nacional extrema" ante la posibilidad de que un sismo mayor ocurra en cualquier momento.
"Estamos hablando de alerta roja nacional extrema, una situación que tiene que ver con la preparación de la población para eventos aún mayores", dijo la primera dama y coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo.
Entre la tarde del jueves y la tarde de este lunes tres sismos fuertes han dejado dos muertos, decenas de heridos y cientos de damnificados en Nicaragua.
Una alerta roja estaba decretada para Managua y León, pero la misma fue extendida a todo el territorio nicaragüense la tarde de este lunes.
El terremoto del jueves tuvo una magnitud de 6,2 Richter, el viernes se presentó otro de magnitud 6,7 Richter, y el domingo por la noche ocurrió uno de 5,6 Richter.
El Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), que reúne a todas las instituciones relacionadas con situaciones de emergencia, se preparó a nivel nacional para una catástrofe de grandes proporciones.
La población fue orientada a dormir en áreas verdes, cientos fueron trasladados a albergues, hospitales de campaña fueron tendidos, la Cruz Roja solicitó donaciones masivas de sangre, automóviles de emergencia fueron ubicados en puntos estratégicos para trasladar heridos, y pacientes de hospitales en riesgo fueron cambiados de centros médicos.
Un total de 10.000 personas murieron en Managua en 1972, cuando un terremoto de magnitud 6,2 Richter devastó Managua.
EFE
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