Algunas personas quemaron banderas del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional y dibujaron la bandera del país en los escudos de los agentes antidisturbios.
Como todos los miércoles desde hace 16 semanas, fuerzas opositoras de Nicaragua se manifestaron ayer frente al Consejo Supremo Electoral (CSE), en Managua, para exigir elecciones libres y transparentes en 2016.
"Lo que vemos es que cada vez somos más en más lugares protestando por elecciones justas, libres y transparentes", dijo a Efe la presidenta del opositor Movimiento Renovador Sandinista (MRS), Ana Margarita Vigil.
Todas las protestas, de momento, han sido vigiladas por un gran número de policías y han transcurrido sin incidentes, contrario a la del pasado 15 de julio, cuando otra marcha culminó con decenas de heridos y detenidos por un enfrentamiento con la policía.
"Aquí estamos unas 250 personas manifestándonos", indicó Vijil, mientras los participantes alzaban frente a agentes la bandera de Nicaragua y gritaban en conjunto "elecciones libres".
Durante la manifestación, algunas personas quemaron banderas del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y dibujaron con tinta azul y blanco la bandera del país en los escudos de los agentes antidisturbios, a lo que los policías no respondieron.
De acuerdo con Vijil, las protestas, que comenzaron con pequeños grupos de un par de personas, ahora se han extendido a más departamentos del país. "Cada miércoles somos más", añadió.
En las marchas estuvieron presentes miembros de la sociedad civil y dirigentes de otras organizaciones, como el Movimiento de Jóvenes Democrático.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue reelegido en las elecciones de noviembre de 2011 con el 62,46 % de los votos, según los resultados oficiales, pero ninguno de sus cuatro adversarios reconoció esa victoria y por el contrario, denunciaron "irregularidades" en el proceso.
Ortega y los sandinistas tienen mayoría absoluta en el Congreso y el respaldo del Ejército y la Policía Nacional, además de controlar más de tres cuartas partes de los gobiernos municipales, lo que ha convertido al dirigente en el mandatario con más poder en la historia del país, después del dictador Anastasio Somoza.
En noviembre de 2016, Nicaragua elegirá presidente, vicepresidente, 90 diputados nacionales y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano.
EFE
Comparte esta noticia