La reliquia fue recibida en la catedral con himnos interpretados por la banda del Ejército de Nicaragua y por una multitud de fieles católicos.
Una multitud de creyentes católicos se reunieron ayer en la Catedral Metropolitana de Managua, en la capital de Nicaragua, para venerar la reliquia de San Juan Pablo II, que contiene una gota de sangre no coagulada del santo padre.
La reliquia fue recibida en la catedral con himnos interpretados por la banda del Ejército de Nicaragua y por una multitud de fieles católicos.
"Esto ha desbordado nuestras expectativas", dijo el sacerdote Boanerges Carballo, quien ofició la primera de tres misas programadas mientras la reliquia se encuentre en la Catedral Metropolitana de Managua.
Las autoridades eclesiásticas acordaron permitir que las personas se hagan fotografías con la reliquia, "pero rápidamente, que no duren más de un segundo, para que todos puedan apreciarla", resaltó Carballo.
La reliquia, que se encuentra en una cápsula de cristal, será exhibida este miércoles en la ciudad de León, a 90 kilómetros al noroeste de Managua, y el jueves en la catedral de Matagalpa, a 140 kilómetros al norte de la capital nicaragüense.
Antes de llegar a Managua, la reliquia estuvo en Panamá y después de permanecer en Matagalpa (Nicaragua) viajará a México, como parte de su recorrido por América, explicó el sacerdote nicaragüense.
Juan Pablo II es apreciado de forma especial en Nicaragua por sus visitas a este país en 1983 y en 1996, así como por su devoción hacia la virgen María, que es reverenciada por los nicaragüenses.
Karol Wojtyla (1920-2005) visitó la catedral metropolitana de Managua, el principal templo católico de Nicaragua, y oró en ella durante su segunda visita al país.
La religión católica es la más seguida en Nicaragua, con un 58,5 % de seguidores entre los seis millones de habitantes del país, según datos oficiales.
EFE
Video recomendado
Comparte esta noticia