La marcha partió de la catedral de St. James, en el centro de Brooklyn, y terminó en la iglesia de St. Peter, en el Bajo Manhattan.
Cientos de personas participaron ayer en Nueva York en una procesión que cruzó el conocido puente de Brooklyn para terminar en Manhattan con motivo de la celebración del Viernes Santo.
La marcha, que tuvo lugar en gran parte bajo la lluvia, partió de la catedral de St. James, en el centro de Brooklyn, y terminó en la iglesia de St. Peter, en el Bajo Manhattan.
Los participantes hicieron varios altos, entre otros lugares en la llamada "Zona Cero", el lugar en el que se alzaban las torres destruidas en los atentados del 11 de septiembre de 2001 y donde ahora se puede visitar un memorial por las víctimas.
La celebración, que precisamente creció de forma importante tras aquella tragedia, celebró este año su 20 aniversario.
La procesión es una de las varias que los cristianos llevan a cabo cada año con motivo del Viernes Santo en las calles de la Gran Manzana, donde este año los festejos coinciden con la Pascua judía que celebra la amplia comunidad hebrea de la ciudad.
EFE
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