El mandatario estadounidense dijo que ´todavía no hay acuerdo, pero está cerca´.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró hoy que "un acuerdo está al alcance, pero aún no está hecho" en las negociaciones entre republicanos y demócratas, para evitar el llamado "abismo fiscal".
El presidente, en una comparecencia ante los medios, le pidió a los legisladores un último esfuerzo para cerrar el compromiso antes de que acabe el año.
Obama recordó que su preferencia hubiera sido hace tiempo "un acuerdo amplio", con todos sus elementos, pero criticó que los republicanos, que tienen mayoría en la Cámara de Representantes, no hayan sido receptivos a ese gran objetivo.
Sugirió, de esta forma, que demócratas y republicanos se encaminan a un acuerdo menor, que evitaría al menos la subida generalizada de impuestos a partir de mañana.
"El evitar un incremento de impuestos para la clase media ha sido mi mayor prioridad", recordó a este respecto Obama en uno de los auditorios de la Casa Blanca, rodeado por unas decenas de personas que la Casa Blanca describió como "de clase media".
"Hay progreso, hay un acuerdo a la vista pero todavía no se ha concluido", insistió.
"Vamos a resolver este problema en varios pasos. Mi propuesta requiere que los más ricos paguen impuestos más altos", añadió el presidente.
"Mantengamos la presión a ver si logramos que esto se resuelva en las próximas horas", animó Obama ante un público que lo aplaudió.
Si republicanos y demócratas no se ponen de acuerdo antes de la medianoche, entrarán en vigor aumentos de impuestos para todos los estadounidenses, empezarán a aplicarse recortes en todos los gastos del gobierno federal, y unos 2,3 millones de personas quedarán sin subsidio por desempleo, entre otras medidas incluidas en el llamado "precipicio fiscal".
Obama advirtió de que cada recorte de gastos del Gobierno federal que se acepten bajo un acuerdo eventual "deberá estar equilibrado con un incremento de las recaudaciones".
"Estoy dispuesto a reducir los gastos de Medicare a la par que encontremos formas de reducir los costos del cuidado de la salud en este país", aseguró el presidente.
Los cortes en gastos sociales como Medicare (seguro médico público para los jubilados) son anatema para el Partido Demócrata, pero los aumentos en las recaudaciones impositivas son anatema aún mayor para el Partido Republicano.
Obama se ha mostrado dispuesto a reducir algunos gastos del gobierno federal para contener el déficit del presupuesto -que supera el billón de dólares anuales-, pero su fórmula se equilibra con un aumento de impuestos al dos por ciento de la población que tiene ingresos anuales de más de 250.000 dólares anuales.
EFE
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