El objetivo que se marcó en un principio la Administración Obama era lograr siete millones de asegurados para cuando termine el plazo de registro de este año, a finales de marzo.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, celebró que su reforma sanitaria alcanzó este martes los cuatro millones de inscritos y pidió un nuevo "gran impulso" en el mes escaso que queda antes de que termine el plazo para tener cobertura este año, el 31 de marzo.
"Nos quedan sólo unas pocas semanas. Los que quieran estar cubiertos deben inscribirse ahora, y vamos a dar un gran impulso -a la campaña de promoción de la reforma- en estas últimas semanas", dijo Obama este martes en un discurso ante el grupo político Organizing For Action, formado en su campaña de 2012.
El objetivo que se marcó en un principio la Administración Obama era lograr siete millones de asegurados para cuando termine el plazo de registro de este año, a finales de marzo.
Eso supondría lograr en menos de un mes que se inscriban casi el mismo número de personas de las que lo han hecho desde octubre, por lo que los expertos vaticinan que lo más probable es que la cifra final sea de entre cinco y seis millones.
"Asumámoslo, una combinación de una oposición implacable que ha gastado centenares de millones de dólares desinformando sobre la reforma y de, asumámoslo también, una página web de inscripciones que no funcionó durante el primer mes, todo eso junto ha hecho que mucha gente siga sin seguro médico", dijo este martes Obama en su discurso, según informó la Casa Blanca en un comunicado.
Más de 700.000 personas se han inscrito en la reforma sanitaria durante este mes de febrero, hasta alcanzar un total de 4 millones, una cifra que sigue estando por debajo de las expectativas iniciales de la Casa Blanca, pero que aleja la posibilidad del fracaso rotundo que se temió los primeros meses de la puesta en marcha de la reforma.
Con los datos publicados por el Gobierno de Estados Unidos durante los meses de enero y febrero en la mano, la reforma sanitaria mejora sus números y cala entre la población más joven y sana, imprescindible para garantizar la viabilidad del nuevo sistema.
Según los últimos datos revelados hace dos semanas por el Departamento de Salud, el 25 por ciento de los inscritos en la reforma hasta ahora tienen de 18 a 34 años, lo que apacigua el temor de las compañías aseguradoras, que han alertado de la necesidad de que la población más sana se inscriba para equilibrar los costes.
Con el inicio de las coberturas sanitarias, el 1 de enero pasado, la Casa Blanca anunció una campaña para rebatir las críticas republicanas con testimonios de personas que, gracias a esta ley, podrán acceder a la atención primaria o acudir a un especialista por primera vez en su vida.
Al mismo tiempo, la administración Obama ha permitido algunos retrasos en la aplicación de determinados aspectos de la reforma para "suavizar" la transición hacia el nuevo sistema.
Estos esfuerzos responden a que del éxito o no de la puesta en práctica de la reforma este año dependerá en buena medida que Obama remonte en las encuestas de popularidad.
Promulgada en 2010 y rechazada aún por muchos republicanos, la reforma sanitaria está considerada como el mayor logro en política nacional del mandato de Obama, aunque su puesta en marcha quedó lastrada el año pasado por el fiasco del lanzamiento de la página web de contratación de seguros en octubre.
A estos fallos, se han sumado las quejas de la comunidad empresarial por los costes y el poco tiempo dado para adaptarse a la nueva ley.
EFE
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