La mayoría de los fallecidos son granjeros de las provincias del norte del país.
Las autoridades de Filipinas elevaron este martes a ocho el número de muertos a causa de las inundaciones y las lluvias torrenciales provocadas por la tormenta tropical "Trami" en el norte del país, que ha obligado a unas 200.000 personas abandonar sus hogares.
La mayoría de los fallecidos son granjeros de las provincias del norte del país, mientras que en la capital no se ha reportado ninguna víctima mortal, apunta el Consejo Nacional de Gestión y Prevención de Desastres.
El agua ya ha remitido en muchas de las zonas inundadas de Manila, que ha llegado a estar anegada en más de la mitad de su territorio, mientras muchas de las oficinas gubernamentales y colegios permanecen cerrados.
Más de 200.000 personas han tenido que ser trasladadas a los centros de evacuación a raíz de las inundaciones de la capital, declaró el director de la Cruz Roja en Filipinas, Gwendolyn Peng, al canal ABS-CBN.
El tráfico aéreo también se ha visto afectado con la cancelación de más de 160 vuelos domésticos e internacionales del aeropuerto de Manila.
Unas once personas han resultado heridas hasta el momento y cuatro más están desaparecidas, según indicó el portavoz del Consejo Nacional de Gestión y Prevención de Desastres, Reynaldo Balido, que elevó a unas 600.000 el número de personas afectadas en todo el país por las inundaciones.
El servicio meteorológico filipino indicó que mantiene el máximo nivel de alerta durante todo el martes en Manila y las provincias limítrofes, en el centro de Luzón, donde unas 64 carreteras están cortadas y los colegios están cerrados por segundo día consecutivo.
Estiman que las precipitaciones continuarán por lo menos hasta el jueves.
El chabolismo, la acumulación de basura en el alcantarillado y las malas infraestructuras convierten en desastres las lluvias monzónicas que todos los años causan numerosas víctimas en Filipinas.
EFE
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