Tres de esas personas se han cosido la boca, en protesta por el despido de 51 chóferes de una compañía de autobús.
Un total de 14 personas cumplieron ayer 20 días "crucificadas", secundadas por otras tres con la boca cosida con un grueso clavo, en protesta por el despido de 51 chóferes de una compañía de autobús del Gran Asunción tras crear un sindicato para defender sus derechos laborales, según denunciaron a Efe.
La extrema protesta se desarrolla bajo una carpa con techos de plástico ubicada al borde de una carretera de la ciudad de Limpio, donde las 17 personas se mantienen en esas condiciones junto a sus hijos, familiares y compañeros de otros sindicatos.
El grupo de "crucificados", que yacen en el suelo clavados a tablones en forma de cruz, se compone de doce varones, todos despedidos de la Línea 49 de Limpio, y dos mujeres, esposas de otros dos chóferes expulsados,
Otros tres hombres que trabajan en la empresa de autobuses los acompañan, acostados casi todo el tiempo, con sus labios atravesados con un clavo.
Debido a ello no pueden hablar, solo ingieren alimentos líquidos y sus labios están permanentemente hinchados.
La gran carpa que han montado y las pancartas reivindicativas están justo al lado de la puerta de la empresa que es el centro de la protesta, y que es propiedad de Celso Maldonado, diputado por el opositor Partido Liberal.
Los trabajadores emprendieron esa drástica acción porque a los tres días de crear un sindicato de chóferes en la empresa, de más de 150 empleados, 51 de ellos fueron despedidos, explicó a Efe Juan Villalba, secretario general de la Federación Paraguaya de Trabajadores del Transporte (Fepatrat).
Además, durante las acciones contra estos despidos, y coincidiendo con la visita del papa Francisco a Paraguay, entre el 10 y el 12 de julio, diez de esos trabajadores "crucificados", además de Villalba, fueron imputados por la Fiscalía por una presunta "perturbación a la paz pública" y condenados a cumplir con medidas alternativas a la prisión.
EFE
Comparte esta noticia