Familias que no cuentan con agua potable en sus casas, pagan hasta 7 veces más por este recurso, en comparación con quienes sí cuentan con una conexión pública.
Entre 10 y 15 soles por metro cúbico de agua paga una familia que no cuenta con una conexión pública en su casa, mientras que por la misma cantidad, una familia de una zona exclusiva paga en promedio 2 soles, revela el Movimiento Peruanos sin Agua.
Se trata de un problema social de nunca acabar, pues por falta de planificación urbana, las poblaciones siguen creciendo horizontalmente hacia los cerros donde resulta casi imposible para las empresas de agua y saneamiento dotarlas con el servicio.
Lo peor de todo es que el agua que compran estas familias de los camiones cisterna, termina siendo de mala calidad, debido a que está expuesto a contaminación desde que se capta y se traslada hasta cómo se almacena.
Y esta situación genera enfermedades diarreicas, especialmente en niños, que terminan cayendo en la desnutrición y la desnutrición es la principal fuente de pobreza.
Es por ello que quienes tenemos la suerte de contar con agua en nuestras casas, tenemos el deber moral de no derrocharlo y pagar puntualmente por este servicio.
En ese sentido, la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (SUNASS) señala que si no desperdiciamos agua, si no generamos atoros en los desagües, si pagamos oportunamente por el servicio, contribuimos a que las empresas de saneamiento no se desfinancien y puedan ampliar la cobertura a quienes aún esperan por estos servicios en sus casas. Es importante recordar que cada gota que derrochamos, otro la necesita.
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