Durante el recorrido, la imagen de la Virgen fue inclinada junto a la vivienda de un anciano líder mafioso.
El reciente homenaje a un conocido capo mafioso durante una procesión religiosa en Calabria (sur de Italia) provocó este lunes una polémica en la que el alcalde de la localidad donde sucedió y la Iglesia condenaron lo sucedido.
"Condenamos el gesto si el objetivo era un homenaje al "boss"", afirmó Domenico Giannetta, el alcalde de Oppido Mamertina, la localidad calabresa donde el pasado 2 de julio durante una procesión tradicional un paso con la Virgen que portaban varias decenas de fieles fue inclinada junto a la vivienda de un anciano líder mafioso.
Este movimiento, rápido, fue interpretado como una inclinación de la Virgen hacia el capo mafioso pero durante el fin de semana el consistorio habló de que se trataba de un "giro" de la procesión como otros que el cortejo hace habitualmente en la pequeña localidad.
"Todo ciudadano deber mostrar reverencia a la Virgen y no al contrario", dijo hoy por fin el alcalde, quien agregó en una declaración: "La Madonna y el culto religioso es sobre todo para nosotros (...) un motivo de orgullo".
Giannetta intentó explicar a la prensa lo sucedido el pasado 2 de julio, cuando se produjo esa breve inclinación del paso procesional ante la casa del capo.
Este es Peppe Mazzagatti, de 82 años, que fue condenado en los años 80 del pasado siglo por extorsión, homicidio y asociación mafiosa y está bajo arresto domiciliario por motivos de salud desde e 2003.
El obispo de Cassano allo Jonio, Nunzio Galantino, presidente de la Conferencia Episcopal italiana, salió hoy al paso de lo sucedido y dijo que lo ocurrido en Oppido Mamertina le duele "infinitamente", pero añadió: "Sin embargo, no me sorprende".
"Sería ingenuo pensar que las palabras del papa fueran a tener un éxito inmediato", declaró el prelado sobre la condena a la mafia pronunciada hace solo unos días por el pontífice argentino, que dijo además que los mafiosos merecen la excomunión.
"El caso de Oppido muestra que existen dos niveles sobre los que hay que intervenir", dijo el prelado al diario "Il Messaggero", donde aludió tanto a los miembros de la mafia como a "la entera comunidad civil y religiosa".
"Se trata, en este caso, de extirpar una raíz cultural. Tengamos presente que hay una cierta mentalidad que lamentablemente se abre paso y acaba por echar raíces", dijo el obispo de Cassano allo Jonio, donde el papa Francisco pronunció su condena a la mafia el pasado 21 de junio.
El propio obispo de Oppido Mamertina-Palmi, monseñor Francesco Milito, había expresado su "clara reprobación" por lo que denominó un "temerario gesto de blasfemia, una devoción que es contraria a la que se debe a la Madre de Dios".
Desde el ámbito de las organización contra la mafia, Adriana Musella, presidente de la asociación Riferimenti, declaró también hoy que "contra la "Ndrangheta (la mafia calabresa) la Iglesia ha producido palabras, pero bien pocos hechos".
"La Iglesia en Calabria -añadió Musella- tiene una ocasión de demostrar concretamente que toma distancia de la "Ndrangheta: que retire al párroco que presidía la procesión del escándalo. Hacemos la petición oficialmente".
Ya el ministro del Interior, Angelino Alfano, había calificado ayer lo sucedido en Calabria como "deplorable" y aseguró que el Gobierno aprobará "medidas enérgicas".
Alfano felicitó al cuerpo de carabineros por la actuación de sus representantes durante la procesión, puesto que los agentes que la seguían advirtieron lo que sucedía y comenzaron a investigar por qué se produjo la polémica inclinación del paso de la Virgen ante la casa del capo mafioso.
EFE
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