Aún se debe trabajar en muchos centros de salud para promover las buenas prácticas en la atención del parto, señaló el doctor Maria Tavera de Unicef.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Demografía y Salud del 2012, el 65% de los niños menores de 6 meses son alimentados de manera exclusiva por las madres, siendo este el índice más alto de la Región de las Américas. Sin embargo, en las áreas urbanas, existe una tendencia en la reducción de la lactancia materna.
“En Lima Metropolitana, en los últimos cuatro o cinco años ha habido una reducción de 15% de lactancia materna exclusiva. Esto tiene que ver con dos momentos críticos, uno es en el nacimiento por cesárea y otro es el creciente acceso de la mujer al mundo laboral, que es un derecho que no se puede negar”, sostuvo el doctor Mario Tavera, especialista en salud del Unicef.
Por otro lado, señaló que está demostrado que si la mamá está con el bebé, y no es separado al momento de nacer, existe la posibilidad que inicie una buena lactancia materna y que los beneficios sean sumamente altos.
“No solo es comer bien y alimentarse bien, evita enfermedades, el afecto también es importante para el ser humano, que es un ser enteramente emocional. Las emociones y las formas cómo las asumamos es lo que determina finalmente la conducta del ser humano y efectivamente este tema de las emociones es fundamental y un aspecto crítico es del de la lactancia materna”, mencionó el especialista.
Para establecer el tema de la emocionalidad al comienzo de la vida, lo más importante es establecer un vínculo de apego, que es una conducta con un grado superlativo y la lactancia materna ejerce este efecto fundamental en el recién nacido.
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