Los presidentes Arthur y Kennedy eligieron mantener en secreto sus incurables enfermedades. Por otro lado, el presidente Dwight D. Eisenhower, no tuvo reparos en la divulgación de su problema médico, sin embargo su equipo médico prefirió la no divulgación.
Durante el siglo pasado, la salud de varios presidentes de los Estados Unidos se convirtió en temas políticos tanto como temas médicos. Empezando con la administración de Chester Alan Arthur en 1881, las consecuencias políticas percibidas por la divulgación de los problemas médicos del presidente trajeron algunos conflictos por la preocupación del público sobre la rendición de cuentas y la transparencia.
Los presidentes Arthur y Kennedy eligieron mantener en secreto sus incurables enfermedades. Por otro lado, el presidente Dwight D. Eisenhower, no tuvo reparos en la divulgación de su problema médico.
El presidente Lyndon B. Johnson en un principio eligió la no divulgación de información sobre su problema en la vesícula biliar, pero posteriormente cambió de pensar, incluso mostró a los reporteros las cicatrices de su operación quirúrgica.
Chester Alan Arthur1881 – 1885
Ni los estadounidenses ni Chester Alan Arthur sabía que era un hombre enfermo cuando fue nombrado el presidente número 21 de EE.UU. En 1882, varias personas cercanas a Arthur notaron que se volvía cada vez más depresivo, aletargado e irritable. Durante ese año Arthur fue diagnosticado con la enfermedad de Bright, una enfermedad renal. Sin embargo los americanos no conocieron el secreto de Arthur hasta 1911. El equipo de Arthur mantuvo en secreto su enfermedad e incluso desmintió a la prensa que informó de la enfermedad del presidente. Sabiendo que no sobreviviría un segundo período en el cargo, Arthur hizo poco para ver la nominación republicana en 1884. Murió en 1886.
Warren Gamaliel Harding1921 – 1923
Cuando Warren Gamaliel Harding fue elegido como el presidente número 19 de los Estados Unidos, los electores no sabían que estaban reemplazando a un enfermo Woodrow Wilson con otro. Aparentemente Harding lucía más saludable que su predecesor quien había sufrido un derrame cerebral. Sin embargo Harding no era un hombre completamente saludable pues sufría de presión alta y una enfermedad al corazón. Harding en realidad no sabía cuan enfermo estaba, pues su médico realizó un mal diagnóstico de su enfermedad a pesar de los síntomas de falta de aire y labios azules.
Es así que empieza a realizar las faenas presidenciales como viajes, discursos, atender recepciones, largas caminatas en eventos sociales, etc. A pesar que algunos observadores notaron que Harding evidenciaba un gran cansancio en su físico, su médico, el Dr. Sawyer, no restringió sus actividades. Tras su último discurso ante el público, Harding enfermó y sus actividades fueron canceladas. Cuando la prensa generó interrogantes sobre la salud del presidente, su médico, el D. Sawyer declaró que Harding sufría una intoxicación por alimentos. Aún así otros doctores examinaron a Harding, encontrando que su corazón se había agrandado enormemente. Sin que los americanos tomen conciencia de la gravedad de la enfermedad del presidente, el Dr. Sawyer reafirmó su diagnóstico de una indigestión. Cuando Harding falleció, el Dr. Sawyer informó que el presidente murió de un derrame cerebral. Los otros médicos que examinaron a Harding y que no estaban de acuerdo con el diagnóstico de Sawyer, no lo contradijeron.
Dwight David Eisenhower1953 - 1961
Dwight Eisenhower, el presidente número 34 de los Estados Unidos, sufrió tres crisis médicas importantes durante sus dos mandatos en el cargo. En setiembre de 1955 sufrió un ataque cardiaco, en junio de 1956 se sometió a cirugía para combatir la enfermedad de Crohn (enfermedad que produce inflamación de los intestinos) y en noviembre de 1957 sufrió un derrame cerebral. Eisenhower era un hombre transparente, dio instrucciones a su secretario de prensa James Hagerty de mantener informado al público sobre su salud. Sin embargo, el médico personal de Eisenhower, el Dr. Howard Snyder se encargaría de retrasar los anuncios públicos sobre el ataque al corazón del presidente e instruiría al secretario privado de Eisenhower para que informe que este sufría de un malestar digestivo. En mayo de 1956, seis meses antes de las elecciones presidenciales, Eisenhower fue diagnosticado con la enfermedad de Crohn. Su médico, el Dr. Snyder decidió no divulgar al público dicha información, pero un ataque de iliétis que necesitaba de cirugía, sacó a la luz una vez más el delicado estado de salud de Eisenhower. La cirugía fue un éxito. Al año siguiente en noviembre de 1957, sufrió un derrame cerebral mientras trabajaba en le Oficina Oval, sin embargo se recuperó pero quedó con un ligero impedimento para hablar. Un año después Eisenhower entregó a su vicepresidente Richard Nixon una carta en la que le otorgaba la autoridad de asumir el poder en caso de incapacidad.
John Fitzgerald Kennedy1961 – 1963
A raíz de los problemas médicos del presidente Eisenhower, la salud de los candidatos presidenciales en las elecciones de 1960 se convirtió en un tema importante. John F. Kennedy era muy consciente de ello. Mientras que él proyectaba juventud, vigor y buena condición física, escondía el hecho de que tenía una enfermedad potencialmente mortal. Si sus problemas de salud se hubieran hecho públicos, Kennedy probablemente no habría sido elegido presidente. En 1947, Kennedy fue diagnosticado con la enfermedad de Addison, una enfermedad incurable de las glándulas suprarrenales. A pesar de los problemas de salud de Kennedy, su campaña presidencial insinuó que su rival, Lyndon Johnson, no estaba lo suficientemente sano como para la presidencia a causa de su ataque al corazón en 1955. En respuesta, la campaña de Johnson mencionó los rumores de la enfermedad de Addison de Kennedy. El equipo de Kennedy, incluyendo a su médico personal, la Dra. Janet Travell, negaron la acusación enérgicamente.
Lydon Baines Johnson1963 – 1969
Al final de una jornada laboral en 1965, el presidente número 36 de los Estados Unidos, Lyndon Baines Johnson, sufrió un ataque de la vesícula biliar, por lo que fue intervenido quirúrgicamente. Siempre reservado sobre su salud, Johnson no quiso informar al público acerca de la operación.
Previa consulta con el ex presidente Eisenhower, Johnson decidió una política de datos acerca de su condición y la cirugía. La operación de dos horas implicó la remoción de la vesícula biliar y un cálculo biliar, así como una piedra de su uréter.
Antes de su cirugía, Johnson informó el vicepresidente Hubert Humphrey en gran detalle acerca de lo que debe hacerse en caso de que él deba de llevar a cabo sus funciones presidenciales después de la operación.
El Presidente mostró al mundo su cicatriz para ilustrar exactamente dónde fue que los cirujanos “ingresaron” en su abdomen. El presidente Johnson ingresó al hospital nuevamente en noviembre de 1966 para que le remuevan un tumor benigno de su garganta y para la reparación de una hernia pequeña. Una vez más, el gobierno estaba abierto sobre la condición del presidente.
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