Decenas de zombies tomaron las calles de Bogotá y exigieron la reforma del sector salud, que está amenazado por la quiebra a causa de las deudas contraídas por las EPS.
Mientras el presidente Juan Manuel Santos anunciaba las medidas de choque para salvar el sector, cientos de ciudadanos se manifestaron en el centro de la capital para exigir una adecuada cobertura sanitaria.
La movilización buscó además denunciar las irregularidades detectadas en varias Empresas Promotoras de Salud Subsidiada (EPS), algunas de ellas intervenidas por el Gobierno hace meses.
Con pancartas con leyendas como "La salud se exige no se mendiga", los manifestantes, muchos de ellos trabajadores de hospitales y vestidos con batas blancas, denunciaron la actuación de las EPS y pidieron el fin de la polémica Ley 100.
Entre las medidas presentadas está la expedición de un decreto que fijará condiciones a las EPS para que puedan continuar en funcionamiento, lo que significará, según Santos, la desaparición de varias de estas empresas.
“Este decreto obligará a las EPS a capitalizarse y les subirá los estándares para sigan funcionando. Eso va a significar que van a desaparecer varias EPS. Van a quedar solamente las que sean sólidas financieramente y tengan la capacidad de cumplir con esos requisitos mínimos”, explicó el presidente a los periodistas en Bogotá.
Asimismo anunció que se inyectarán 1,2 billones de pesos (674 millones de dólares) en los próximos dos meses, de los cuales se girarán sólo en este mes de julio 450.000 millones de pesos (unos 252 millones de dólares).
Según Santos, estas medidas tendrán “un efecto inmediato y efectivo” para asegurar que “todos los afiliados mantengan su cobertura” médica, al indicar que “el Gobierno garantiza que esa cobertura no sufra traumatismos”.
EFE
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