A través de un video, un combatiente del Ejército Libre de Siria (ELS) advirtió que cualquier iraní en Siria corre el riesgo de ser capturado.
Los rebeldes sirios asumieron hoy la responsabilidad de la captura el sábado de un autobús con peregrinos iraníes, y denunciaron que entre los 48 retenidos hay miembros de la Guardia Revolucionaria, cuerpo de elite de las fuerzas de Seguridad de Irán.
Con una bandera revolucionaria siria de fondo, un combatiente del Ejército Libre de Siria (ELS) advirtió en un vídeo que cualquier iraní en Siria corre el riesgo de ser capturado y expresó su confianza en la caída del presidente sirio, Bachar al Asad, pese al apoyo de Irán y otros de sus aliados.
A continuación, uno de los capturados mostró documentos entre los que supuestamente figuraban su carné de identidad iraní y permisos para portar armas.
Medios iraníes y sirios confirmaron el mismo sábado el secuestro de los peregrinos, acción de la que ya acusó al ELS un alto cargo del gobierno de Damasco en declaraciones reproducidas por agencias de noticias de Irán.
Ante esta situación, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Ali Akbar Salehi, pidió anoche a los cancilleres de Catar y Turquía, Hamad bin Yasim al Zani y Ahmed Davutoglu, respectivamente, que se involucren y medien para liberar a los secuestrados.
Desde diciembre pasado, grupos opositores armados han capturado en Siria a 29 iraníes, la mayoría peregrinos que se suman a los cerca de 700.000 iraníes chiíes que cada año visitan el templo de Sayida Zeinab, la nieta del profeta Mahoma, en Damasco.
A pesar de las dudas en torno a la identidad del grupo de 48 secuestrados, los rebeldes quisieron demostrar en el vídeo cómo Irán apoya con personal al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, uno de sus aliados estratégicos en la región.
En el frente de guerra, las fuerzas gubernamentales continuaron este domingo sus bombardeos sobre la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, donde también se desataron enfrentamientos armados entre los leales y los opositores a Al Asad.
Residente en Alepo, la activista Wed al Hayat señaló a Efe por internet que aviones militares sirios bombardearon barrios del este y el oeste de la ciudad, especialmente en el vecindario de Salahedín, al tiempo que los proyectiles alcanzaron zonas arqueológicas en torno a la ciudadela.
"No hay vida en la ciudad. La gente se ha desplazado a los pueblos", dijo Al Hayat, que agregó que en las calles yacen un número indeterminado de cadáveres con signos de torturas e impactos de bala.
La activista denunció la falta de electricidad, agua y telecomunicaciones en la zona, además del aumento del precio de los alimentos básicos y del gas.
Otros testigos afirmaron a Efe por teléfono que la Aviación siria sobrevoló y bombardeó también las zonas de Al Sukari, Bab al Hadid, Shar, Nayrab y el casco antiguo de Alepo.
Medios de comunicación pro gubernamentales apuntaron que uno de los objetivos de la ofensiva aérea es la sede local de la Corte Civil, que en su opinión se ha transformado en la base de un supuesto grupo vinculado a la red terrorista Al Qaeda.
Efectivos militares continuaron llegando a Alepo, corazón económico de Siria donde desde hace días se libra la bautizada por los rebeldes como la "madre de las batallas".
Dos responsables del régimen en Alepo, el coronel Ibrahim Mohamed al Hariri y el teniente coronel Mahmud al Rahim Haza, anunciaron además su deserción en un vídeo difundido por internet.
En Damasco, los choques entre los opositores y leales Al Asad se sucedieron en los barrios de Muhayirin, Salheih, Rukn al Din y Jobar, así como en varias localidades a las afueras de la capital como Harasta, Yalda, Dumar o Irbin, escenario también de bombardeos.
Al menos doce personas fueron ejecutadas en el barrio damasceno de Tadamun, donde se desplegaron refuerzos militares con el objetivo de expulsar a los combatientes rebeldes, informó la agencia oficial de noticias siria, Sana.
Los opositores Comités de Coordinación Local denunciaron, por su parte, la muerte esta jornada de al menos 67 personas en todo el país, mientras que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos rebajó esa cifra a 40.
Los actos de violencia se registraron en distintas provincias como Idleb (norte), Deir al Zur (este), Deraa (sur), Hama y Homs, dos feudos opositores ubicados en el centro de Siria.
EFE
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