La Policía interceptó llamadas hechas desde el penal Challapalca por el "Cholo Jacinto" y "Kike" para coordinar el ataque contra la fiscal que investiga a la red criminal de Rodolfo Orellana.
La red criminal de Rodolfo Orellana ha ofrecido 200 mil dólares para atentar contra la vida de la fiscal especial en delito de lavado de activos, Marita Barreto. El ataque habría sido previsto para este fin de semana.
Según un informe del diario La República, la Policía llegó a esta conclusión tras interceptar llamadas realizadas desde el penal de Challapalca, en Puno, donde se encuentra recluido Rodolfo Orellana.
En ese centro penitenciario, el empresario, acusado de delitos contra la fe pública y lavado de activos, habría entrado en contacto con los reos Jacinto Aucayari Bellido (a) "Cholo Jacinto" y Enrique Ramos Bellido (a) "Kike", quienes también son sospechosos de haber ordenado al ataque contra Gerald Oropeza en pasado 1 de abril.
Fueron las llamadas realizadas por estos sujetos los que pusieron en alarma a la Policía. Ellos lograron comunicarse con Magno Huamaní Tuanama (a) "Magnun" un sujeto de amplio prontuario, que según versión de un colaborador eficaz, sería el cabecilla de la organización de sicarios que atentó contra el Porsche de Oropeza
De acuerdo a estas comunicaciones telefónicas, el ataque contra Barreto se pensaba realizar hace una semana pero se frustró por que "Magnun" no logró reclutar a los sicarios necesarios. Sin embargo, una de las últimas llamadas interceptadas indica que ya tiene el grupo completo para actuar.
La Policía ha logrado descubrir que los sicarios ya tienen un reglaje de los movimientos de la fiscal Barreto, y saben que solo es custodiada por dos policías, un chofer y un copiloto.
El medio detalla que el plan también incluye la ejecución de por los menos dos colaboradores eficaces que han aportado información relevante sobre las actividades ílicitas de esa organización criminal.
TOMAN MEDIDAS DE SEGURIDAD
Ante esta información de la Policía, el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez Velarde, dispuso extremar las medidas de seguridad para resguardar la integridad física de la fiscal Barreto.
Como primera medida se decidió sacarla de la ciudad de Lima hacia otro punto del país. También se solicitó incrementar su seguridad al ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe.
Además, se puso en alerta a los colaboradores eficaces y se espera que también se les cambie de ubicación a los que están en prisión; en tanto, a los que están en libertad se les ha pedido que se oculten.
Por su parte Barreto rechazó el ofrecimiento del fiscal Sánchez de retirarla del caso debido al riesgo que corre ella y su familia. "No me van a asustar, asumo el riesgo, quiero seguir adelante con las investigaciones, por las víctimas y los mismos colaboradores eficaces", respondió la fiscal, según declaraciones recogidas por el diario La República.
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