Según la prensa británica, desde esa base se interceptan correos electrónicos, llamadas telefónicas y tráfico de datos por internet para agencias de inteligencia occidentales.
El Reino Unido tiene una base de espionaje secreta en Oriente Medio desde la que intercepta correos electrónicos, llamadas telefónicas y tráfico de datos por internet para agencias de inteligencia occidentales, informa hoy The Independent.
Ese rotativo británico supo de la existencia de esas instalaciones secretas gracias a informaciones filtradas por el exanalista de la CIA Edward Snowden, asilado temporalmente en Rusia después de haber divulgado el masivo espionaje global de comunicaciones privadas llevado a cabo por Estados Unidos.
Desde ese cuartel se accede a información confidencial pinchando cables de fibra óptica submarinos de la región para luego procesarla y enviarla al centro de escuchas británico GCHQ en Cheltenham, desde donde se comparte con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU, según el diario.
Al parecer, el Gobierno británico considera ese centro de espionaje un elemento clave en la lucha contra el terrorismo y proporciona un sistema vital de "advertencia" en caso de potenciales atentados por el mundo, de acuerdo con lo publicado hoy.
El temor a que esa base pudiera ser descubierta fue parte de los motivos por los que supuestamente el Gobierno de David Cameron pidió al rotativo The Guardian que destruyera hace un mes discos duros con información confidencial que habían recibido del estadounidense Edward Snowden, según The Independent.
Esa operación formaría parte además de un sistema de espionaje y vigilancia más amplio del GCHQ, llamado "Tempora", con el que supervisar comunicaciones de todo el mundo.
The Independent no revela el lugar exacto del centro pero halló información de las operaciones que desde allí se llevan a cabo en los documentos obtenidos gracias a Snowden.
Datos sobre ese proyecto estaban contenidos en 50.000 documentos de la GCHQ que Snowden descargó durante 2012.
EFE
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