De esas víctimas de la violencia interreligiosa en República Centroafricana, 2.000 habían llegado apenas una semana antes, huyendo de ataques y enfrentamientos armados en barrios colindantes
La ONU confirmó esta mañana que al menos 17 personas fueron asesinadas y otras 27 secuestradas en un ataque con granadas y armas ligeras contra una iglesia en Bangui, la capital de República Centroafricana, donde 9.000 desplazados internos habían encontrado refugio.
De esas víctimas de la violencia interreligiosa en República Centroafricana, 2.000 habían llegado apenas una semana antes, huyendo de ataques y enfrentamientos armados en barrios colindantes, mientras que el resto de desplazados se encontraba en la iglesia desde diciembre, cuando la violencia se agravó.
El ataque contra la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, ocurrido el miércoles, ha sido el peor registrado contra cualquier recinto que acoge desplazados en Bangui desde que el grupo insurgente Seleka, que había tomado el poder por un golpe de Estado, fue expulsado a su turno en enero.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados señaló que hasta ahora las iglesias, monasterios y mezquitas habían sido lugares de acogida seguros para decenas de miles de desplazados por la violencia.
En Bangui, 32 de 43 recintos de desplazados son instituciones religiosas, precisó.
En la última semana, la violencia armada y los abusos contra los civiles se han agravado en República Centroafricana, tanto en su capital, como en ciertas zonas del interior del país.
El fin de semana se informó del asesinato de tres personas que se dirigirían a un partido de fútbol "de reconciliación" entre cristianos y musulmanes, por parte de supuestos miembros de la milicia cristiana Anti-balaka.
EFE
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