La construcción data del Siglo XVI y en algún momento llegó a ser parte de la iglesia de Santo Domingo, y fue que en esta condición tuvo la presencia del santo limeño San Martín de Porres.
La Casa de las Columnas, que desde hace mucho tiempo, está habitada por, aproximadamente 300 personas, 53 familias, había caído en un deterioro evidente.
Su restauración está siendo posible gracias a la participación del Fondo Mundial de Monumentos cuya representación en el país recae en Marcela Pérez de Cuellar, esposa de Javier Pérez de Cuellar, quien decidió su restauración.
Con la ayuda de la Beneficencia de Lima se ha restaurado parte de los arcos exteriores de la antigua casona así como las zonas comunes todavía habitadas por casi 300 personas a quienes se le ha entregando para que procuren su conservación.