Es el primer jefe de Estado o mandatario extranjero que traslada personalmente al monarca saudí sus condolencias por la muerte del príncipe heredero Nayef.
El rey de España, Juan Carlos I, expresó hoy su pésame en la ciudad saudí de Taif al rey Abdalá y al príncipe Salman bin Abdelaziz, lo que le convierte en el primer jefe de Estado o mandatario extranjero que traslada personalmente al monarca saudí sus condolencias por la muerte del príncipe heredero Nayef.
Fuentes de la Casa del Rey explicaron a Efe que la presencia en Taif del príncipe Salman, que se perfila como nuevo heredero al trono tras el fallecimiento de Nayef, hizo innecesario el viaje previsto en principio por el rey Juan Carlos desde esta ciudad hasta Yeda.
El jefe del Estado español fue recibido por el rey Abdalá en el Palacio Real de Taif donde, tras este encuentro, el monarca español se reunió asimismo con el príncipe Salman, actual ministro de Defensa, a quien manifestó también su pesar por el fallecimiento de Nayef.
El jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, y el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, acompañan a Juan Carlos I en este viaje, que concluye hoy.
El príncipe Salman fue recibido el pasado día 8 en el Palacio de la Zarzuela por el jefe del Estado, con ocasión de una visita oficial a España durante la que trató el contrato de venta de 200 a 270 carros de combate Leopard a Arabia Saudí, por unos 3.000 millones de euros, el mayor de la industria militar española.
Durante su estancia en Madrid, Salman exploró asimismo con sus anfitriones la posibilidad de que empresas españolas participen en nuevos proyectos de infraestructuras en Arabia Saudí, tras la adjudicación del contrato para la realización del AVE Meca-Medina a un consorcio formado mayoritariamente por grupos españoles.
El pasado sábado, tras el fallecimiento del Nayef, se abrió un plazo de treinta días para elegir un nuevo heredero al trono, durante el que Abdalá tendrá que presentar un candidato ante la llamada comisión del "Baiya" (fidelidad), formada por miembros de la familia real, aunque no está obligado a acatar sus decisiones.
EFE
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